Capítulo de Investigación
1
Industrias culturales latinoamericanas y su aporte al desarrollo social
Latin American Cultural Industries and Their Contribution to Social Development
https://dx.doi.org/10.28970/eisbn.9789585498143.1
Introducción
Durante los últimos treinta años, se ha presentado la transformación del contexto socioeconómico de las sociedades contemporáneas a través del aporte que desde la cultura se realiza. El proceso de globalización ha permitido la expansión de las industrias culturales y su reconocimiento como protagonistas del desarrollo, la productividad y la competitividad por cuanto utilizan materia prima inagotable, se basan en principios de creatividad, talento e innovación, que permiten la exaltación del patrimonio y la tradición de los pueblos y el aprovechamiento de los elementos culturales que refuerzan el reconocimiento social.
La variedad de oportunidades que brinda el desarrollo de la economía creativa, se ve reflejada en el aporte creciente que han hecho al PIB y en el mejoramiento de la calidad de vida, en tanto las industrias culturales contribuyen un 3% del PIB mundial y generan anualmente 29.5 millones de empleos (UNESCO, 2015). La economía creativa ha logrado posicionarse como un elemento de desarrollo para los países que han incursionado y apoyado las iniciativas de este sector.
Del mismo modo, el dinamismo y la transversalidad de la economía creativa brinda una multiplicidad de oportunidades y escenarios de acción para los representantes y protagonistas del sector, y para la sociedad en general, al ofrecerle actividades para lograr un escenario más equitativo basado en la apropiación de un conocimiento creativo.
El referirse a este tipo de industrias supone la ampliación del espectro original, debido a que mezcla lo económico, lo cultural y la formalización empresarial en un éxito inagotable. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) las industrias culturales son las que “combinan la creación, producción y comercialización de contenidos que son abstractos y de índole cultural” y que además “están centradas en promover y mantener la diversidad cultural y asegurar el acceso democrático” (UNESCO, 2010, p. 19).
Y a pesar de ser un mecanismo para la eliminación de la pobreza y la búsqueda de igualdad a nivel mundial, América Latina y el Caribe, sigue siendo una de las regiones más desiguales del mundo; según el Banco Mundial (2016), de los diez países más desiguales del mundo, ocho son de la región (Sudáfrica, Haití y Honduras, Colombia, Brasil, Panamá, Chile y Ruanda, Costa Rica y México) esto, según el poder adquisitivo de sus habitantes y según sus posibilidades de inserción en el mercado laboral, además del desarrollo de sus propias capacidades como ciudadano.
Lo que lleva a la necesidad de repensar nuevas esferas para el accionar social y económico de crecimiento para una sociedad carente de espacios de desarrollo y de posibilidades de progresión económica en donde se vinculen las habilidades y talentos propios del ser humano y lleven a la consecución de estándares altos de bienestar, y así, al equilibrio situacional de su existencia.
Es por esto que, la investigación tuvo como objetivo demostrar la funcionalidad de las industrias culturales como catalizadoras del desarrollo social y como mecanismos de búsqueda de mejores condiciones de vida, frente al bienestar y la diminución de la pobreza en América Latina. Así, mediante el acercamiento al concepto de igualdad brindado de manera oficial por la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), el contraste teórico con posturas no oficiales y la presentación de casos de estudio actuales de la región, se logra demostrar la importancia y el rol significativo del sector cultural en Latinoamérica en la búsqueda de igualdad y la inclusión social.
La metodología que se utilizó en esta investigación fue descriptiva con método inductivo, al acudir a la observación y descripción el fenómeno, a la exploración de la realidad para crear el objetivo de la investigación y a la justificación y contraste de los resultados obteni dos, con las teorías evaluadas para la posterior explicación del fenómeno estudiado (Sarabia, 1999, p. 55)
Se dividió en dos fases con el fin de cumplir con el objetivo general, así, en la primera fase el diseño fue de tipo documental cualitativo en donde se recogieron los principales aportes teóricos oficiales y empíricos respecto al concepto de igualdad y frente a su consecución, a saber, revisión de documentos que permitieran reconocer el fenómeno de la desigualdad a partir de las categorías de pobreza, exclusión y desempleo.
La naturaleza de los documentos analizados fue de tipo historiográfico y circunstancial en tanto presentaron visiones oficialistas de problemáticas sociales, y al mismo tiempo otras reflexiones empíricas de las mismas a partir de estudios particulares. De esta manera, la finalidad de la información compilada en estos documentos era la reflexión en torno a la desigualdad, pero también respecto a las posibilidades de superación de pobreza.
El análisis de los documentos seleccionados se realizó a partir de la explicación literal de sus contenidos, manifestando de manera progresiva las ideas plasmadas, para luego desde un método lógico poder agrupar ideas y presentarlas como un conglomerado que permitiera dar cuenta de las ideas propias de cada fuente, hasta llegar a una fase de pensamiento crítico respecto a los aportes de cada uno y lograr su relacionamiento con el aporte de las industrias culturales.
La segunda fase permitió responder a la pregunta que dirigió toda la investigación, ¿De qué manera las industrias culturales se han convertido en fuentes de desarrollo social? A partir de estudios de caso, siendo un proceso descriptivo y explicativo, de generalización analítica, siguiendo a Yin (1989), debido a la representación que se logra de una situación general dese los casos estudiados.
Para la selección de los nueve casos de estudio que se analizaron, se tuvieron en cuenta las siguientes variables: actividad económica, sector, año de creación, localización geográfica y tipo de reconocimiento social, todo esto a partir de su nivel de éxito en la región. Los casos seleccionados hacen parte de una de las mediciones más importantes sobre emprendimientos culturales de la región latinoamericana realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo en 2017 y de acuerdo con la presencia y crecimiento en la región; su escogencia tuvo que ver con la representación de los países de América Latina, que más desarrollo cultural presentan, frente a las variables de desarrollo social inclusivo y reconocimiento social, son nueve casos que permitieron demostrar la relación entre el impulso del sector cultural y la búsqueda de desarrollo social.
Así, la relación entre las dos fases metodológicas utilizadas se basa en la dimensión lógica del nexo que existe entre ambas, es decir, se trata de la complementariedad de cada una, al momento de comprobar la funcionalidad de las industrias culturales en la búsqueda del desarrollo social latinoamericano.
Igualdad y capacidades: visión oficial
La existencia de brechas productivas en el mundo moderno supone una evolución, o simple transformación si se quiere, de las perspectivas del llamado desarrollo ya sea social o económico, en tanto va incluyendo desde los valores humanizados de libertad e igualdad, hasta derechos de ciudadanía, medioambientales y culturales que genera una acelerada globalización.
Desde la concepción cepalina de igualdad, se presenta la base estructural del propio concepto a partir de tres documentos, a saber, La hora de la igualdad. Brechas por cerrar caminos por abrir (2010), Cambio estructural para la igualdad. Una visión integrada del desarrollo (2012), y Pactos para la igualdad. Hacia un futuro sostenible (2014). En donde se manifiesta su relación directa con el desarrollo y con el goce efectivo de los derechos para la ciudadanía estableciendo una visión general y anhelada, que, además, debe ser protagonizada y proporcionada por un Estado progresista.
La igualdad se configura como un cambio estructural que promueve tanto la innovación como la inversión, dirigidas hacia la transformación de capacidades tecnológicas y productivas desde el interior, para generar elementos diferenciadores. Así,
La Cepal considera la igualdad como el horizonte, el cambio estructural como el camino y la política como el instrumento. En esta etapa se trata de reorientar las políticas hacia un fuerte dinamismo de la inversión para asegurar una relación virtuosa entre crecimiento, productividad y sostenibilidad ambiental, mediante la incorporación de conocimiento a la producción y la generación de un alto valor agregado, otorgar un mayor potencial inclusivo al mundo del trabajo y hacer converger la política fiscal y las políticas sociales en la reducción de múltiples brechas sociales, orientar la expansión del consumo para armonizar la oportuna provisión de servicios públicos con el consumo privado (…) y avanzar resueltamente hacia una mejor y mayor gobernanza y aprovechamiento de los recursos naturales, para construir una economía diversificada, sostenible en términos ambientales y con sinergias en materia de empleo y de bienestar (Cepal, 2014, p. 17)
Se trata, entonces, de tres aspectos relevantes para conseguir la igualdad: la dimensión territorial, el empleo y la protección social, vinculados además a la productividad y la inclusión de los Estados, como clave para el mejoramiento de las condiciones de vida y un mayor crecimiento socioeconómico.
De esta manera, se vinculan concepciones como democracia de la participación, distribución equitativa de recursos y la integración de la dimensión económica como garante de demás procesos que llevan a la igualdad, además del entendimiento de las capacidades, noción que se desarrolla más adelante, pero que permite una construcción que desde la cultura se pretende. Y es que, en América Latina, en donde la distribución desigual de riqueza, medios de producción y oportunidades demuestran resultados poco eficientes, la pobreza pasó del 28,2% al 29,2%, se hace necesaria una actuación preponderante tanto de la génesis del concepto como de su real aplicación.
La noción de pobreza y su aporte a la consecución de igualdad se configura desde lo que la Cepal ha definido como “un síndrome situacional en el que se asocian el infraconsumo, la desnutrición, las precarias condiciones de vivienda, los bajos niveles educacionales, las malas condiciones sanitarias, una inserción inestable en el aparato productivo, poca participación en los mecanismos de integración social, y quizá la adscripción a una escala particular de valores, diferenciada en alguna medida de la del resto de la sociedad” (Altimir, 1979, p. 2).
Sin embargo, y como complemento, los estudios de la Cepal han demostrado que la noción de pobreza está relacionada con la necesidad, el estándar de vida y la insuficiencia de recursos. Entendiéndolas como la carencia de bienes y de servicios esenciales, la diferenciación en la adquisición de dichos bienes y servicios y la no existencia de un real poder adquisitivo para la satisfacción de necesidades personales. La pobreza es entonces, un fenómeno con dimensiones sociales y económicas que afectan el bienestar, ya sea individual o colectivo.
País | Pobreza | |||
---|---|---|---|---|
2012 | 2014 | 2015 | 2016 | |
Argentina | ,,, | ,,, | ,,, | 30,3 |
Bolivia | 43,3 | 39,2 | 38,6 | ,,, |
Brasil | 15,9 | 13,3 | ,,, | ,,, |
Chile | 22,2 | 14,4 | 11,7 | ,,, |
Colombia | 32,7 | 28,5 | 27,8 | 28 |
Costa Rica | 20,6 | 22,4 | 21,7 | 20,5 |
Ecuador | 27,3 | 22,5 | 23,3 | 22,9 |
El Salvador | 34,5 | 31,8 | 34,9 | 32,7 |
Guatemala | ,,, | 59,3 | ,,, | ,,, |
Honduras | 71,1 | 68,2 | 68,7 | 65,7 |
México | 51,6 | 53,2 | ,,, | 50,6 |
Nicaragua | ,,, | 29.6 | ,,, | ,,, |
Panamá | 26,5 | 25,8 | 23 | 22,1 |
Paraguay | 31,4 | 27,2 | 26,6 | 28,9 |
Perú | 25,8 | 22,7 | 21,8 | 20,7 |
República Dominicana | 42,2 | 36,4 | 31,5 | 30 |
Uruguay | 12,4 | 9,7 | 9,7 | 9,4 |
Venezuela | 21,2 | 32,6 | ,,, | ,,, |
Nota. Elaboración propia a partir de la Cepal (2017b).
Se plantea, entonces, una integración de las esferas sociales, económicas, ambientales y culturales, para llegar a una noción real de la igualdad, entendiendo que el elemento económico es el dinamizador de las demás pero que no es exclusivo para el logro de objetivos de crecimiento y desarrollo. Así, el concepto de igualdad logra establecerse como multidimensional en la medida en que desde lo normativo o democrático-ciudadano se plantean los escenarios correspondientes para eliminar o para acortar las brechas sociales, productivas, territoriales, de capacidades o de género que en América Latina se vienen presentando.
El cambio propuesto tiene que ver con la integración de dimensiones que en un primer momento no se relacionan, pero que desde la visión progresista manifiestan una total apropiación del concepto de igualdad y que pretende alcanzar un medio más efectivo para su consecución. Se trata entonces, de “la acumulación de capacidades tecnológicas, innovación y conocimientos, y no en función de la generación de rentas asociadas a la explotación de recursos naturales”. (Bárcena y Prado, 2016, p. 34)
Lo que se busca es generar valor agregado a lo que el propio sistema económico ya brinda, mediante nuevos encadenamientos productivos, nuevos mercados y principalmente nuevos espacios con énfasis en nuevas industrias que permita la participación de toda la sociedad, basándose en el desarrollo de sus capacidades y así poder diversificar la producción de cada Estado latinoamericano.
Así, la igualdad integra derechos, capacidades, género, reciprocidad entre actores y, de manera más precisa, la actuación conjunta de las esferas económica, social, ambiental y cultural, para evidenciar un desarrollo de la vida económica de la ciudadanía dentro del medio social, superando las variaciones y las transformaciones globales, hasta llegar a un punto de equilibrio estructural en donde la política macroeconómica de los Estados aseguran el desarrollo, la diversificación productiva y los incentivos necesarios para el crecimiento económico.
Capacidades
Según Schumpeter (1942), y en consonancia con la búsqueda de igualdad, se presenta una “destrucción creadora” en donde el emprendedor innovador se convierte en el motor del sistema económico, al tener la capacidad de vislumbrar las ventajas y los posibles beneficios de ideas de negocios innovadoras al sobrepasar las brechas anteriormente mencionadas. Esto implica un incremento en la productividad basada en la diversidad de industrias o productos que generen mayores niveles de competitividad y de necesaria innovación.
En palabras de Schumpeter “el punto esencial que hay que tener en cuenta consiste en que, al tratar el capitalismo, nos enfrentamos con un proceso evolutivo.” (1942, p. 120). Y es que la noción de igualdad que se presenta desde la Cepal pretende vincular el sistema económico en la búsqueda de un equilibrio social, dado su carácter generalizado y transformador. Entendiendo esta evolución como la integración de nuevos procesos y nuevos sectores económicos.
Ahora bien, las capacidades, como variable a tener en cuenta en la noción de igualdad, se refieren a las habilidades, conocimiento y el know-how de los individuos en general. Se vinculan al concepto de igualdad, en tanto permiten el desarrollo de una identidad colectiva, así como la presencia de una diversidad cultural, que se basa en los propios talentos y que está exenta del contexto en el cual existe, debido a que supera hasta las condiciones en donde se desarrolla.
En palabras de Sen, “el desarrollo es un proceso de expansión de las capacidades de que disfrutan los individuos” (1999, p. 56). Esto es, hablar de desarrollo y búsqueda de igualdad supone el reconocimiento de las posibilidades de los individuos de lograr mayores niveles de bienestar a partir de sus saberes y no exponerlos como simples mecanismos de ganancias económicas, pero si como herramientas para la búsqueda de espacios que potencien una mejor calidad de vida y el mejoramiento de procesos productivos.
La región latinoamericana ha empezado a ver estas capacidades humanas como un valor agregado al proceso productivo, que pueden determinar las fortalezas para el logro del equilibrio socio-económico moderno. Más allá de la descripción de cada capacidad, si se debe decir que aún están por encima de una categorización de tipo esencialmente económico, porque se vuelven catalizadoras de co nocimiento y así de oportunidades para mejoramiento de márgenes desequilibrantes por falta de escenarios propios de capacitación y de acceso a nuevas tecnologías y apropiación de derechos.
Es en este punto en donde se logra la vinculación de la cultura como elemento fundamental para la búsqueda de la igualdad, en tanto brinda escenarios alternos de crecimiento y equilibrio, no solo en lo social sino en el ámbito económico, al ser una alternativa frente a procesos o iniciativas carentes de oportunidades para la totalidad de la población.
De la misma manera, el desarrollo de estas capacidades se presenta como un conjunto de libertades del individuo que lo pueden llevar a la obtención de mejores condiciones para su propio desarrollo. Desde la apropiación de la cultura y del escenario que plantea la maximización de la cultura como industria se logra la vinculación de sus capacidades con la obtención de beneficios en múltiples contextos.
Las capacidades, entonces, se enmarcan en lo que se conoce como economía creativa, al vincular escenarios diversos, cargados de riqueza multicultural con la posibilidad de generación de desarrollo en el ámbito económico, sin dejar de lado las posibilidades empresariales, administrativas y políticas, atravesadas por la identidad que permite la innovación como factor determinante de éxito. Ha adquirido una relevancia a nivel global durante los últimos 15 años debido a que permite la exploración de nuevas fuentes de riqueza radicadas en material intangible e inagotable que además supone el posicionamiento social y de identidad dentro del mercado global ya que toma elementos como el desarrollo humano y la inclusión social como base de su éxito económico.
Así, el sistema económico y la sociedad logran tejer un vínculo estructurado desde el desarrollo y guiado hacia procesos de mejoramiento económico a partir de la acentuación de sus capacidades, sus necesidades y sus actuaciones, valoradas no solo como potencialidades en el mercado sino como distintivos del medio social siendo am bos recíprocos y por ende necesarios. Es decir, el desarrollo industrial de la cultura protagoniza los dominios bajo los cuales el sistema económico busca el equilibrio social y la búsqueda de la igualdad. A partir de esto, más adelante se evidenciarán los casos más representativos de Latinoamérica frente a este logro.
La región, en la búsqueda de incrementos productivos y sociales, ha empezado una diversificación estructural frente a enfoques tradicionales a través de la indagación por prosperidad y el logro de nuevos espacios de desarrollo social inclusivo, como pilares para reducir las desigualdades sociales, al incluir una visión que integra esferas sociales, ambientales y culturales con el espectro económico preponderante. Y para esto, la creación de nuevas zonas educativas y laborales se convierten en puntos fundamentales, que además pueden empezar a cubrirse con la actuación de las industrias culturales.
Igualdad: acercamiento teórico
Partiendo desde concepciones sociales del concepto de igualdad, las teorías nacientes propenden por el establecimiento de condiciones adecuadas de desarrollo individual en un ámbito colectivo, como la obtención de vivienda, educación, salud, y bienestar en general, siendo presentadas como necesidades básicas cuya satisfacción depende de un ente regulador; sin embargo, se torna compleja su definición a partir de estas características debido a la particularidad de contextos, variabilidad de opciones y multiplicidad de carencias contemporáneas.
Por esto, en este apartado se inicia con un punto de vista jurídico, en donde el concepto de igualdad ha estado relacionado con el restablecimiento y cumplimiento de derechos y con el carácter de ciudadano del individuo y del establecimiento de condiciones adecuadas para su desarrollo en una sociedad. Pero aun fuera de los parámetros contractuales, el concepto de igualdad empezó a desarrollarse desde del reconocimiento de los individuos como ciudadanos con dere chos fundamentales, demostrando la preponderancia del Estado en su búsqueda.
De esta manera, se presentan tres perspectivas tangibles del concepto de igualdad, que permiten una postura crítica frente al enfoque oficialista, pero que aun cuando muestra elementos divergentes sigue permitiendo ver a las industrias culturales como garantes de la concepción de igualdad.
Igualdad en Bentham
Para el logro de la felicidad, desde parámetros utilitaristas, se requiere de cuatro elementos fundamentales, siendo uno de ellos la Igualdad, además de la seguridad, la subsistencia y la abundancia. “La igualdad es un fin residual que será legítimamente perseguible solo cuando se hayan alcanzado los otros tres, de los cuales el de la seguridad supone ya un grave obstáculo para la consecución o siquiera persecución de la igualdad en la sociedad” (Escamilla, 1987, p. 161).
El contenido del concepto de igualdad es sustancial, es decir, Bentham supone que la igualdad se puede medir en términos de equidad, siendo esta la base de su definición al brindar posibilidades de redistribución de ingreso, no de obtención completa de bienes y servicios para todas las personas de manera idéntica. Así, el concepto de igualdad, desde esta visión relaciona la equidad como base de la igualdad, o, si se quiere, mezcla los dos conceptos al presentarla como una distribución igualitaria de recursos, dejando de lado las responsabilidades del gobierno central, en tanto no presume de un comportamiento per se adecuado, sino como una respuesta a la búsqueda de la felicidad.
Igualdad según Dworkin
Como jurista, plantea la diferencia entre la igualdad de recursos e igualdad de bienestar, en tanto un Estado debe garantizar a todos sus ciudadanos el ideal igualitario de tipo material, considerando que la igualdad de bienestar no genera ningún aporte o consideración real. Entonces, la riqueza de los ciudadanos va a determinar sus oportunidades basadas en sus elecciones, lejos de las circunstancias, destino o bienestar que puedan obtener.
Así, el concepto de igualdad va a estar mediado por las posibilidades de recursos que un gobierno brinde a la sociedad, más no va a desarrollarse a partir de ese punto cero, sino que se va a transformar de acuerdo al accionar de cada individuo, de acuerdo a sus habilidades y de acuerdo a sus futuras decisiones; descargando, en parte, la responsabilidad del Estado en el mantenimiento de buenas condiciones de vida, dejando de lado superioridades e inequidades, sino poniendo especial énfasis en las respuestas libres de cada ciudadano, de manera que depende de él garantizar el pleno goce de sus derechos, “la libertad, igualdad y comunidad no son tres virtudes políticas diferentes y a veces en conflicto entre sí (...) sino aspectos complementarios de una única visión política, de tal forma que no podemos asegurar o ni siquiera comprender uno cualquiera de esos tres ideales políticos aislado de los restantes” (Dworkin, 1994, p. 237).
Igualdad contractual de Rawls
Desde este enfoque se reconoce la existencia de una condición de desigualdad a nivel mundial basada en necesidades cuya resolución se fundamenta en una justicia distributiva, es decir, desde el reconocimiento de la democracia, la libertad y hasta la pluralidad, pero como conceptos no ideales sino necesarios para una comunidad.
Desde el planteamiento de Rawls, las instituciones sociales son las responsables de la distribución adecuada de los derechos y beneficios de la sociedad; así,
Hablar de igualdad significa que todos los miembros de una sociedad gozan de las mismas oportunidades, bienes, capacidades, libertades, derechos, por el simple hecho de ser seres humanos y pertenecer a una sociedad, de acuerdo con lo consignado en la concepción de justicia como imparcialidad (Urbano Guzmán, 2014, p. 9)
A partir del reconocimiento de los derechos y deberes dentro de una sociedad, el concepto de igualdad se relaciona directamente con el de la libertad y la equidad, siendo estos, desde acá, complementos para el establecimiento de lo necesario para vivir en condiciones iguales y de bienestar. Demostrando que la concepción sustancial sigue siendo vigente, siempre y cuando se vinculen las particularidades de cada sociedad.
Discusión conceptual
La discusión sobre la noción de igualdad en el mundo contemporáneo, parte de la necesidad de brindar bienestar a una población y de generar espacios de construcción de identidad basada en la equidad, ya sea desde la autoridad del Estado o desde la funcionalidad de la libertad individual. Desde este enfoque integral en donde las características propias de un territorio determinan las condiciones igualitarias de desarrollo individual.
Tanto la visión oficial como los acercamientos teóricos tradicionales convergen frente a la necesaria participación del gobierno central para garantizar las condiciones óptimas de desarrollo de su población, sin embargo, lo hacen desde perspectivas diferentes en tanto:
- Para la Cepal, se trata de un Estado progresista que promueve la integración de las esferas social, económica y ambiental, para el establecimiento de derechos y la generación de oportunidades.
- Para Bentham, el objetivo es la búsqueda de la felicidad a partir de concepciones utilitaristas que le otorgan la mayor responsabilidad al propio individuo, frente a la toma de decisiones y dejan al Estado como garante de la redistribución de riqueza.
- Desde el contractualismo de Rawls, el Estado sigue siendo responsable de la equidad frente a sus integrantes, sin embargo, vincula el contexto en el cual se requiere el restablecimiento de derechos, debido a que de eso dependerá la igualdad.
- Con Dworkin no se excluye al Estado como responsable de bienestar, pero sí se plantea una separación en la búsqueda de igualdad en tanto se genera desde las decisiones de cada individuo que convive con otros, manifestando la relación directa entre igualdad, comunidad y libertad.
Industrias culturales: catalizadoras de igualdad
A partir de los acercamientos teóricos y oficiales al concepto de igualdad, se plantea la funcionalidad de las industrias culturales como mecanismos para el acceso a condiciones de bienestar en sociedades contemporáneas, al reconocer las diferencias propias de cada ciudadano, así como sus necesidades y comportamientos; todo esto desde el reconocimiento de sus habilidades y talentos como herramientas adicionales para conseguir mejorar sus condiciones de vida.
Las industrias culturales se reconocen como las agrupaciones creativas con actividades de producción, comercialización e intercambio de bienes y servicios culturales, garantes de identidad social y establecidas como mecanismos que promueven el desarrollo económico de un Estado, que además demuestran que la diversidad cultural puede ser un motor de integración regional y global para diversas interacciones político-económicas; se componen de “aquellos sectores de actividad organizada que tienen como objeto principal la producción o la reproducción, la promoción, la difusión y/o la comercialización de bienes, servicios y actividades de contenido cultural, artístico o patrimonial” (UNESCO, 2010, p. 1).
Por otra parte, permiten la apropiación de elementos identitarios con el fin de ser reproducidos y difundidos como garantes de representación y de identificación, en un contexto globalizado desprovisto de prioridades sociales y culturales. Se trata de una diversidad de actividades que no suponen mayores niveles de instrucción tradicional, sino de la exaltación de talentos y habilidades propias del ser humano.
Sector | Actividad |
---|---|
Servicios creativos | Publicidad, arquitectura |
Publicaciones e imprenta | Libros, periódicos |
Nuevos medios | software, videojuegos, contenido digital |
Audiovisuales | Producción cinematográfica, post-producción y distribución,televisión, radio |
Artes escénicas | Danza, teatro, música en directo, ópera, etc. |
Artes Visuales | Pintura, escultura, fotografía |
Expresiones culturales tradicionales | Artesanías, festivales de arte y celebraciones |
Patrimonio cultural | Museos, bibliotecas |
Diseño | Interior, gráfico, moda, joyería y juguetes |
Nota. Elaboración propia a partir de UNCTAD
El sector cultural está provisto de una variedad de oportunidades de crecimiento social y económico, dentro de estándares de desarrollo e inclusión, debido a que pone en el centro de su realización una serie de productos culturales y creativos que generan ingresos significativos para cualquier Estado. Dentro del mercado internacional, la producción cultural está generando la apertura hacia nuevos espacios de difusión de su producción y nuevos escenarios de consumo por parte de más población ya que emerge de las fortalezas locales y de su propia identidad. “Las industrias creativas y culturales pre sentan un creciente segmento de la economía que abarca una amplia gama de actividades, como la arquitectura, medios electrónicos, el cine, la edición, la música, el arte, la fotografía, el patrimonio, la publicidad, el diseño y los juegos de ordenador. Muchos países utilizan las industrias creativas y culturales para estimular el desarrollo económico y fortalecer la competitividad” (Pudic, 2016, p. 10).
Así, la generación de ingresos desde el funcionamiento de las industrias culturales, a nivel global, y desde 2015 muestran que “los que más ingresos obtienen son la televisión (477.000 millones de USD), las artes visuales (391.000 millones), y los periódicos y revistas (354.000 millones). Con 29,5 millones de puestos de trabajo, las ICC dan empleo al 1% de la población activa mundial. Los tres mayores generadores de empleo son las artes visuales (6,73 millones), los libros (3,67 millones) y la música (3,98 millones)” (UNESCO, 2015, p. 2).
Constituyendo una fuente relevante para la generación de empleo y de nuevas oportunidades en la región dada su característica de libertad de ingreso, si se quiere, desde su nula restricción para integrar el sector y desde la participación de empresas y particulares como emprendedores culturales, a través de características como la innovación.
Ahora bien, el espectro que presentan las industrias culturales en América Latina refleja la necesidad de su fortalecimiento como garantes de la tan deseada igualdad, en los términos de la Cepal, en tanto ofrece escenarios de acción y de apropiación de nuevos bienes y servicios que diversifican la producción estatal a gran escala, valiéndose de las habilidades de sus ciudadanos.
Así, desde la esfera económica, como base estructural del concepto de igualdad, se evidencia una expansión del uso de las capacidades de quienes integran el sector cultural, a partir de la llamada creatividad. Esto es, se logran procesos sinérgicos desde esta creatividad hasta lograr formaciones y organizaciones territoriales importantes: los clústeres creativos, que en Latinoamérica han empezado a convertirse en una de las más eficaces estrategias de formalización, organización y movilización de las industrias culturales y que han logrado posicionar a la economía cultural como garante de los derechos de los ciudadanos.
Un clúster creativo es un espacio mediante el cual se busca la coalición entre empresarios, sector público, academia y demás colaboradores, con el fin de aumentar la productividad y mejorar la competitividad. Se vale de su posición geográfica y de su potencial creativo. Y es que se sitúa como uno de los ejemplos más representativos de las posibilidades que brinda la cultura, frente a la consecución de la igualdad. Promueven un crecimiento económico mediante el desarrollo pequeñas y medianas empresas directamente relacionadas, “los clusters son la expresión particular de la economía cultural, adaptación espacial geográfica con sistemas de producción y capital humano en constante dinamismo creativo, lo que a su vez transforma los insumos en bienes diferenciados y servicios especializados de demanda global” (Avilés Ochoa y Canizalez Ramírez, 2015, p. 15)
Así aportan al desarrollo de un país con el fortalecimiento de las iniciativas ya establecidas y con el surgimiento de nuevos espacios de producción, que generan encadenamientos apropiados y procesos de valor compartido, punto fundamental en la búsqueda de la igualdad cepalina.
Todo esto teniendo en cuenta que se trata de abundancia de ideas, de capacidades y de talentos que se materializan en los diversos sectores culturales y que manifiestan una transformación de la producción y el consumo, debido a su carácter intangible, tanto para su producción como para su consumo. Es en este punto, en donde la cultura con la creatividad como su herramienta, se presenta como catalizador de oportunidades y de crecimiento, en tanto no es exclusiva de sociedades desarrolladas, sino que genera un valor agregado al proceso económico de todas las naciones, al ser inherente al ser humano.
La transformación de recursos creativos en factores determinantes de crecimiento, oportunidad y bienestar ha permitido el logro de nuevos espacios de intercambio, no solo económico sino cultural, en el escenario globalizado, desencadenando la participación de la población más vulnerable, a partir de sus propias aptitudes y así lograr su inserción al mercado internacional. Según la UNCTAD (2004), se requiere de un
fomento de la capacidad local de los artistas y empresarios que trabajan directa e indirectamente en las industrias creativas. La experiencia de los países que han cultivado con éxito su industria cultural nacional demuestra que esos sectores pueden contribuir a actividades con gran densidad de mano de obra calificada y con un elevado valor añadido que generan útiles vínculos con sectores conexos de toda la economía en las fases iniciales y finales de la cadena de producción, en particular las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y el diseño (p. 51)
Sub-Sector | Ingreso global (U$) | Ingresos América Latina y el Caribe (U$) | % de participación |
---|---|---|---|
Televisión | 477 | 41,9 | 8,78% |
Publicidad | 285 | 21,1 | 7,40% |
Películas | 77 | 5,4 | 7,01% |
Libros | 143 | 7,9 | 5,52% |
Radio | 46 | 2,5 | 5,43% |
Periódicos y Revistas | 354 | 19 | 5,37% |
Videojuegos | 99 | 4,6 | 4,65% |
Artes escénicas | 127 | 4,7 | 3,70% |
Música | 65 | 2,3 | 3,54% |
Artes visuales | 391 | 12,4 | 3,17% |
Arquitectura | 222 | 4,4 | 1,98% |
Nota. Tomado de Barajas Beltrán, López Vélez y Tovar Sandoval (2017, p. 6).
Sin embargo, y a pesar de las oportunidades que brindan las industrias culturales, América latina, sigue relegada frente al resto del mundo, en términos de los ingresos que produce, a causa de la escasa atención y prioridad que los gobiernos le ofrecen. Gobiernos tradicionales y de vieja data, que, desde el desarrollo de los sectores tradicionales pretenden mejores condiciones de vida para su población, pero que, dados los indicadores, no logran obtener. “El problema fundamental, tanto en las economías basadas en servicios como en las basadas en bienes, es la limitada variedad de bienes y servicios producidos y comercializados en la zona y el efecto que esto tiene en el crecimiento” (Cepal, 2018, p. 23) Más aun cuando se evidencian los indicadores frente a la cantidad de puestos de trabajo que generan las industrias culturales en América Latina y el Caribe.
Sub-Sector | Número de puestos de trabajo América Latina y el Caribe (en miles) |
---|---|
Televisión | 105 |
Publicidad | 273 |
Películas | 115 |
Libros | 308 |
Radio | 17 |
Periódicos y Revistas | 124 |
Videojuegos | 36 |
Artes escénicas | 197 |
Música | 150 |
Artes visuales | 376 |
Arquitectura | 316 |
Nota. Adaptado de Barajas Beltrán, López Vélez y Tovar Sandoval (2017, p. 7).
Si bien existen altos niveles de pobreza en la región, también existen los espacios y las oportunidades para el mejoramiento de las mismas a través del desarrollo de las industrias culturales, sin embargo, aún no se presenta el suficiente apoyo y atención al sector cultural y a las oportunidades y escenarios que ofrece para el logro de la generación de empleo y mejores condiciones y estándares de vida.
Asimismo, uno de los hallazgos más representativos ha sido la búsqueda de crecimiento socio-económico mediante la economía creativa como fuente alterna a métodos tradicionales desde el aporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). A saber, la identificación de cinco motores de crecimiento y su aplicación en diez ámbitos de innovación.
Ámbitos | Motores de crecimiento |
---|---|
Reparto del ingreso social Artistas | Narrativas Geografías Tecnologías Finanzas Trabajo |
Amplificación de la cultura | |
Financiamiento Pro-creativos | |
Cooperativismo de plataformas | |
Naturaleza | |
Cuantificación del impacto creativo | |
Mercados creativos regionales | |
BlockChain |
Nota. Elaboración propia a partir de Finlev, Maguire, Oppenheim y Skvirsky (2017).
Estos han representado una transformación en la percepción de métodos tradicionales de sustento y en el accionar de los sectores económicos, debido a la existencia de un comunitarismo económico que presenta el trabajo conjunto como base de la estructura económica y en donde, los artistas como garantes de la búsqueda multidisciplinar de soluciones tendientes al equilibrio tanto social como económico, debido a que su sustento se basa no en el agotamiento de recursos naturales sino en sus propias capacidades. Lo que representa un tipo de trabajo incluyente e integrador a través de la creación de espacios para la participación de toda la sociedad civil.
Lo anterior permite validar la presencia de diversos factores y motores de crecimiento económico para los Estados contemporáneos que agotan sus posibilidades de inversión y de desarrollo a partir de supuestos tradicionales, y se enfoca en la multiplicidad de escenarios culturales y de crecimiento social que la creatividad ofrece. Al buscar nuevos escenarios de acción industrial, en pro de un crecimiento, los promotores pierden la permanencia tangible de los bienes y se transfiguran las posibilidades de ingresar a un mercado global desde ámbitos conocidos, hasta llegar al reconocimiento social y hasta político, de una nueva industria, cuya base es la creatividad.
Hallazgos
De acuerdo a la fundamentación teórica expuesta, desde ambas fuentes de información, la empírica y la oficial, los hallazgos que se presentan parten de una postura crítica a la versión oficial de la necesidad del gasto público y se contrasta con nueve casos representativos de emprendimientos culturales de la región latinoamericana que demuestran que la inversión social debe estar enfocada hacia el mejoramiento de las facultades y habilidades propias de los seres humanos y hacia la transformación de emprendimientos culturales en prácticas más generalizadas para el logro de igualdad.
¿Inversión social como estrategia para la igualdad?
La inversión social realizada desde los gobiernos centrales se ha convertido en un mecanismo de acción y una estrategia de generación de rentabilidad y mejora de situaciones socialmente problemáticas, que representan el cumplimiento de las necesidades básicas. En términos formales, este tipo de inversión tiene, o debe tener, una rentabilidad, que se traduce en mayores niveles de bienestar en empleo, salud, educación y hasta riqueza.
Para la consecución de la igualdad en la región, los gobiernos latinoamericanos, han enfocado el llamado gasto social como inversión social, con el fin de lograr acomodarse en el modelo productivo predominante, en donde los servicios sociales se presentan como la base del desarrollo económico. Esto significa que la variable de protección social promueve la cohesión de la sociedad en términos de mayor calidad de vida y a su vez transforma entornos desfavorables en favorables, basados en la eliminación de la marginalidad.
La responsabilidad pública de la satisfacción de necesidades básicas de los ciudadanos es la función principal de un Estado que protege su entorno; sin embargo, al no ser su única función o meta, esta incide directamente en la generación de riqueza, mediante el incremento productivo de su sistema y a través de la participación de su misma ciudadanía. Además, como elemento unificador se encuentra el acceso a la tecnología y a la innovación que hace parte del mismo desarrollo económico, presentando un nuevo escenario integrador de las capacidades humanas y de la generación de riqueza para la búsqueda de bienestar.
Las inversiones sociales se han convertido así en estrategias para atraer agentes externos y para el logro de mayores espacios de representación, de difusión, pero en mayor medida, de cumplimiento de derechos, siempre que los individuos desarrollen sus habilidades desde la base de su propio bienestar. Es decir, la lucha contra la pobreza, el mejoramiento de las condiciones laborales, el acceso a la educación o el adecuado acceso a la salud, parten de una idea de bienestar basada en la cooperación y en la exaltación de los talentos del ser humano con el fin de lograr un impacto social estratégico.
Sin embargo, y a pesar de entender la configuración estratégica de la inversión social, América Latina, sigue estando en los lugares más bajos frente a países desarrollados, respecto a la pobreza y la desigualdad y sigue representando una de las problemáticas más significativas a nivel global; según el más reciente informe “Pobreza y desigualdad. Informe latinoamericano 2017” del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp, 2017), se reconoce que “América Latina ha realizado considerables avances económicos y sociales en las últimas décadas. Sin embargo, estas mejoras no han alcanzado a todos los territorios por igual”. Entre los indicadores medidos se encontraron personas en situación de pobreza e indigencia, tasa de desempleo y tasa de malnutrición infantil, demostrando la dificultad de la región en la disminución de la desigualdad económica.
Ahora bien, la base de datos de inversión social en América Latina y el Caribe elaborada por la División de Desarrollo Social de la Cepal, recoge datos en el periodo 2000 a 2015, en donde se muestra el volumen de recursos que se emplean en la financiación de políticas en temas como educación, salud, protección social, vivienda y servicios comunitarios, actividades recreativas, cultura y religión, protección social y protección del medio ambiente, en los siguientes países de la región:
- Argentina
- Bolivia
- Brasil
- Chile
- Colombia
- Costa Rica
- Cuba
- Ecuador
- El Salvador
- Guatemala
- Haití
- Honduras
- Jamaica
- México
- Nicaragua
- Panamá
- Paraguay
- Perú
- República Dominicana
- Trinidad y Tobago
- Uruguay
- Venezuela
Dichas mediciones han permitido establecer una serie de relaciones entre los elementos prioritarios de los gobiernos latinoamericanos y su inversión en los mismos, estableciendo un comportamiento creciente de la inversión social y de las variables medidas. De la misma manera, se logró una medición frente al PIB de cada uno de los países y su relación con el gasto social del sector público.
El periodo comprendido entre 2000 y 2015, América Latina presentó un aumento del gasto social del sector público en un 3.5% demostrando el interés de los últimos gobiernos latinoamericanos por la mejora en la calidad de vida de las personas.
La inversión social sobre la desigualdad social de la región se refleja en que “el porcentaje de hogares con niveles mínimos de doble inclusión ha aumentado del 20,4% en 2002 al 29,2% en 2014, bajando al 28,6% en 2015; en tanto que el porcentaje de hogares en doble exclusión ha bajado del 44,1% al 33,0% entre 2002 y 2014, elevándose al 33,3% en 2015” (Cepal, 2017a, p. 94). Sin embargo, y a pesar de la evidencia del incremento, se sigue presentando un bajo acceso a la educación, servicios de salud, trabajos de calidad, protección social y a los servicios públicos con un nivel digno.
Las funciones que se encuentran dentro de ese gasto social del sector público, pretenden responder a estos bajos resultados mencionados y se desagregan en los aspectos, anteriormente referenciados, con el fin de responder a las necesidades básicas de la población. Por lo que se puede observar que la variable que más recursos recibe es la protección social, seguido de la educación, la salud, vivienda, protección al medio ambiente y finalizando con las actividades recreativas y la cultura.
Dentro de las variables medidas, es importante resaltar que, a pesar de tener un rubro para las actividades culturales, estas no se presentan como parte formal de la producción o el apoyo a las industrias culturales, sino como espacios de esparcimiento y recreación, dejando de lado, un poco, la importancia no solo como entretenimiento sino como generadoras de valor. En donde la inversión va desde un 0.0% de países como Honduras y El Salvador hasta un máximo de 1.1% de Bolivia. Lo que evidencia la poca relevancia que se tiene de los espacios culturales como catalizadores de bienestar, igualdad y desarrollo.
Gasto social: visión alterna
Ahora, desde visiones no oficiales, el gasto social debe ir enfocado hacia nuevos elementos (ver tabla 6.) vinculantes culturalmente con beneficios económicos y sociales, es decir, hacia la construcción de una visión cultural de la sociedad, en donde se construya una política cultural democrática, basada en las demandas de una población conocedora y anhelante de servicios y apoyo cultural. (Herazo, Valencia y Benjumea, 2018).
Gasto social |
---|
Inversión en política cultural democrática |
financiación de proyectos nacientes |
subsidios a emprendimientos culturales |
Capacitación a representantes culturales |
Acceso a bienes y servicios culturales |
Nota. Elaboración propia
Según Kalmanovitz (2000), aun cuando en países pobres las prioridades del gasto social están claramente establecidas a partir de necesidades básicas, una de las propuestas y críticas está enfocada hacia los recursos que obtienen instituciones estatales y su aprovechamiento, es decir, una de las propuestas como alternativa de gasto social es la vinculación de proyectos nuevos, de iniciativas nacientes y su financiación como impulso a su emprendimiento, además de la difusión pública de eventos y propuestas culturales que puedan llegar a toda la población que no posee poder adquisitivo para consumir cultura.
Si bien es cierto que desde las posturas oficiales y en este caso desde la visión de organismos internacionales, el gasto social está determinado por las necesidades básicas insatisfechas, se pretende acá, demostrar que una mayor inversión en el sector cultural lograría suplir necesidades básicas que se han tratado desde paradigmas tradicionales y que no han mostrado un crecimiento en sus resultados.
El papel fundamental de las industrias culturales como motores de desarrollo social se manifiesta en la apertura de espacios con dimensiones recreativas y con oportunidades y generación de un valor agregado que, en el caso latinoamericano, supondría un avance en la búsqueda por la igualdad y por la eliminación de la pobreza. Entendiendo que no es la única vía para su consecución, pero sí que se trata de una serie de actividades que fortalecerían el cambio desde la inversión social hacia la búsqueda de mejores condiciones de vida, que además podrían llegar a suplir las necesidades asociadas a los demás rubros y variables.
Estudios de caso
Las industrias culturales en Latinoamérica se han transformado en fuentes directas de empleo, en contextos en donde la inclusión social se hace necesaria, dados los altos niveles de pobreza; asimismo, han logrado un desarrollo económico basado en sectores no tradicionales en donde la materia prima se hace inagotable, al hablar de la propia capacidad, talento y creatividad del ser humano. Poseen la multiplicidad de oportunidades de reconocimiento social y permiten el fortalecimiento de la identidad cultural de los pueblos.
Para evidenciarlo, se presentan nueve casos de emprendimientos y trabajos en industrias culturales latinoamericanas y su impacto en la sociedad, enfocándose en la productividad, el desarrollo social inclusivo, la generación de empleo y reconocimiento social (ver tabla 7). Hechos que han demostrado, ampliamente, que el fortalecimiento de las industrias culturales en la región garantizaría mayores niveles de participación ciudadana en actividades económicamente sustentables.
- En Colombia, Hilo Sagrado, combina el talento de las mujeres wayuu con una logística europea, creando productos artesanales de lujo, que desde 2010 han aumentado los ingresos de las artesanas en 600%, al integrar la iniciativa a procesos de internacionalización, logrando un acompañamiento integral con el fin de vincularlas laboralmente y generar un reconocimiento social de su arte. Del mismo modo, y como valor agregado, se ha logrado proveer acceso a servicios sanitarios y de educación a más de 500 miembros de esta comunidad indígena.
- En Ecuador, Inkspired, desde 2013, se ha convertido en una de las mejores iniciativas de generación de empleo para quienes hacen parte del sector editorial, debido a que forjan alianzas institucionales importantes para los escritores independientes que participan, organizando un modelo de comisión por transacciones. Así, escritores emergentes empiezan a desarrollar sus obras literarias desde la difusión, logrando el reconocimiento social mediante la publicación de sus obras online. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, este emprendimiento es “la empresa creativa con mayor potencial de crecimiento para impacto de desarrollo global”.
- En Perú, Aire, mezcla el arte, la innovación, la responsabilidad y la ecología como iniciativa emprendedora para promover mensajes educativos a través de la realización de murales con pinturas que purifican el aire (pinturas KNOxOUT). El impacto social que han tenido se relaciona con una mejor convivencia ciudadana y con el establecimiento de alianzas estratégicas con instituciones desarrolladoras de productos no contaminantes.
- En Colombia, Maefloresta, empresa de animación 2D para principiantes actúa directamente sobre la necesaria inclusión social al capacitar a niños y adolescentes creación de dibujos, ilustraciones y animaciones 2D, todo con el objetivo de brindar herramientas alternativas de capacitación y de acción futura.
Actualmente cuenta con más de 145,000 descargas en más de 120 países y un promedio de 600 usuarios al día.
- En Argentina, Posibl., incursiona en la producción y distribución de contenidos de alto impacto social, al ser una compañía multimedia que promueve agentes de cambio a nivel global. Con el apoyo de Naciones Unidas, logra el reconocimiento social de iniciativas y experiencias que promueven el logro de los objetivos de Desarrollo Sostenible, además de vincular la responsabilidad social empresarial como eje de su funcionamiento.
- En México, Ánima Estudios, ha sido el referente más importante en el sector de animación en toda la región debido a su gran producción de largometrajes con impacto global, logrando alianzas estratégicas que sitúan a Latinoamérica como espacio garante de calidad en la prestación de servicios culturales.
- En El Salvador, The Carrot Concept, ha impulsado el desarrollo económico y cultural de su territorio, a través de la internacionalización por vías comerciales del diseño al integrar arquitectos, diseñadores y empresarios en la cadena productiva y de valor de sus productos. Igualmente crea oportunidades sostenibles de producción para este sector desde proyectos locales de cuidado al medio ambiente.
- En Argentina, Louderband, es una red social que, desde 2014, promueve a los protagonistas del sector musical ofreciendo servicios de estudios musicales, conformación musical y entrada al mercado global. Convirtiéndose en la plataforma más grande de apoyo a los músicos emergentes de América Latina.
- En Chile, Fábrica de Medios, desde 2015, se estableció como una plataforma colaborativa de la industria audiovisual, bajo la modalidad de coworking, en donde a través de redes de trabajo se logra un ecosistema empresarial creativo que permite la difusión y comercialización regional de la industria.
NOMBRE | SUBSECTOR | AÑO DE CREACIÓN | PAÍS | DESARROLLO SOCIAL (difusión, empleo) | RECONOCIMIENTO SOCIAL |
---|---|---|---|---|---|
Hilo sagrado | Artesanía | 2013 | Colombia | Proveer con beneficios sociales como acceso al agua, educación a más de 500 beneficiarios indirectos de comunidades indígenas. | presencia en 10 mercados en las Américas, Europa y Asia, pasando de 17 a 150 mujeres artesanas beneficiarias y logrando consolidar 5 líderes emprendedoras en las comunidades |
Inkspired | Publicidad digital | 2015 | Ecuador | Ferias de libros y festivales | Grupos comunitarios: asesoría para publicar, vinculación laboral de nuevos escritores |
Aire | Diseño | 2014 | Perú | Desarrollo socialmente responsable de las empresas e instituciones públicas | Instituto Toulouse Lautrec (TLs), Asociación para la Niñez y su Ambiente (ANIA) y Perú Green Building Council |
Maefloresta | Animación | 2010 | Colombia | El Banco Interamericano de Desarrollo que los seleccionó entre 300 emprendimientos de la industria creativa que mejoran vidas con sus productos en América Latina | 4.000 usuarios, herramienta tecnológica disponible en español, inglés y portugués, 15.000 proyectos de animación 2D mensuales |
Posibl. | Contenido digital | 2012 | Argentina | Conecta fundaciones, organizaciones sin fines de lucro, empresas sociales y personas para el establecimiento de su modelo de negocio basado en las redes sociales, el crowdsourcing, la filantropía y la responsabilidad social empresarial | Presencia en 5 continentes y actividad en 161 países, acceso a 75 millones de personas |
Ánima estudios | Diseño | 2002 | México | Generación de plataformas de oportunidad laboral para quienes inician sus emprendimientos con incentivos en capacitación y en dinero como capital de inversión | Vinculación de más de 150 artistas de entre 18 y 46 años, residentes de 17 países latinoamericanos. |
The carrot concept | Diseño | 2012 | El Salvador | Impulso del sector de diseño gráfico y de interiores en plataformas internacionales y el acceso a mercados globales y llevar el diseño a la vida del público a través de la educación, el trabajo y la interacción social | Cinco empresas, seis diseñadores y espacios laborales para ilustración, taller textil y alimentos orgánicos locales y exhibición de nuevas obras |
Louderband | Música | 2014 | Argentina | Grabación de música, estudiar música, consumo cultural, | Difunde nuevos artistas, y promueve la interacción entre los distintos protagonistas de la industria. 50 bandas musicales locales: concursos de bandas con marcas |
Fábrica de medios | Audiovisual | 2015 | Chile | Talleres, galería de arte, showroom, lanzamientos, laboratorios, convenciones, workshops | 30 organizaciones |
Nota. Elaboración propia a partir de Luzardo, De Jesús y Pérez (2017).
Discusión de resultados
A partir de lo expuesto frente a la importancia del desarrollo de las industrias culturales en América Latina, y su representatividad desde paradigmas no oficiales de desarrollo social, se presenta una comparación de resultados desde investigaciones anteriores frente a la relevancia del sector cultural para la búsqueda de igualdad, demostrando las relaciones entre cultura, superación de pobreza e igualdad.
En la tabla 8 se puede observar un conglomerado de investigaciones cuya base fue la funcionalidad de las industrias culturales en el logro de mejores condiciones de vida de la sociedad civil y sus posibles escenarios de acción, demostrando diversos puntos de vista desde distintas locaciones geográficas y desde diversos autores, empíricos y oficiales.
A partir del análisis de las diferentes investigaciones abordadas, se logró evidenciar que las industrias culturales y creativas, a lo largo de los contextos socio-geográficos, representan por igual una oportunidad de crecimiento económico, de superación de la pobreza y de la posibilidad de integración social; esto, a través de su vinculación con políticas culturales y con la articulación de programas institucionales que brinden el apoyo para su crecimiento.
Sin embargo, lo que contrasta con la actual investigación es que si bien, el sector cultural es un catalizador de oportunidades para la igualdad y para la superación de la pobreza, no basta con su reconocimiento o apoyo, sino que hace falta su direccionamiento, es decir, no se pueden convertir en herramientas que sigan legitimando las diferencias sociales o la jerarquización económica, deben, por el contrario, romper paradigmas que materializan la segregación de la sociedad.
Así, frente a la respuesta de la pregunta que orientó la investigación, se debe decir que los resultados que se obtuvieron en investigaciones anteriores, sugieren que:
Proyecto | Objetivo | País | Año | Resultado | Autor |
---|---|---|---|---|---|
Fortalecimiento de las Industrias Culturales y mejora de accesibilidad a los bienes y servicios culturales de Uruguay | Contribuir a mejorar la inserción económica internacional del país, expandir su mercado interno, generar empleos de calidad, y a fortalecer el sentido de pertenencia de los uruguayos, en particular su juventud. | Uruguay | 2010 | Impacto directo los desafíos nacionales (desempleo, aprovechamiento de recursos), además de generar capacidades propias, para la sostenibilidad a los emprendimientos nacionales | UNICEF/UNESCO |
Las industrias culturales y creativas en las comunidades autónomas españolas: El caso Cataluña | Constatar la existencia de correlaciones entre los indicadores que permiten contextualizar las actividades creativas y culturales en el marco autonómico español, en general, y en Cataluña en particular. | España | 2018 | El contexto socioeconómico explica las diferencias en la implantación de las industrias culturales en el territorio y se puede constatar la existencia de fuertes correlaciones entre pib per cápita y el alto nivel de formación en la población adulta en donde se retroalimentan positivamente; la educación también se asocia a una menor tasa de riesgo de pobreza y a un elevado índice de oportunidades. | Marcial Murciano Martínez Carlos González Saavedra |
El ecosistema de las industrias culturales en Colombia | Presentar un balance, de acuerdo con las líneas de acción o subcampos propuestos por la política de emprendimiento cultural, - formación, investigación y conocimiento, circulación y acceso, financiación y articulación institucional, sobre las diferentes instituciones, programas y estrategias, que se vienen desarrollando entorno al emprendimiento y las industrias culturales. | Colombia | 2013 | Los emprendedores culturales cuentan con un ecosistema amplio para desarrollar procesos de empresa desde la sensibilización, aunque con una oferta de formación débil, hasta llegar a la aceleración, mediante estrategias como los ángeles inversionistas. Sin embargo, se logra ver una carencia generalizada a nivel de país: los procesos son bastante centralizados. Desde los primeros eslabones del ciclo que tienen que ver con la formación y la consolidación de ideas de negocio, las oportunidades para los emprendedores de las regiones son mínimas | Estefanía González Vélez |
La economía creativa y las industrias culturales y creativas: ¿una alternativa postcapitaista? | Estructurar una sociedad postcapitalista a partir de los beneficios de la economía creativa y de las contribuciones de las industrias culturales | España | 2018 | Para edificar una sociedad postcapitalista, todos los países deberían reemplazar los indicadores que evalúan solamente la dimensión económica del desarrollo,por el Índice de Desarrollo Humano Ajustado a la Desigualdad (IDHAD, más real que el IDH), el Índice de Desigualdad de Género (IDG, que considera la salud reproductiva, la autonomía y la actividad económica), el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM, que indica múltiples privaciones en educación, salud y estándar de vida) y el Índice de Desarrollo de Género. | Christianne L. Gomes |
La cultura como estrategia para el desarrollo | Presentar la responsabilidad institucional para la consecución de un entorno ciudadano constructor, basado en políticas culturales que generen bienestar, mayor calidad de vida la construcción de un espacio público comunitario. | España | 2009 | El establecimiento de la política cultural como estrategia metropolitana de desarrollo,desde la cultura como una herramienta para el bienestar, tiene que contar con la participación de los representantes culturales no solo en la creación sino en cuanto a la identificación de nuevos procesos y dirección de nuevas políticas. | José Ramón Insa Alba |
Nota. Elaboración propia
- Las industrias culturales y creativas impactan directamente en problemáticas sociales actuales, como falta de educación y pobreza, a través de espacios alternos de capacitación y creación de fuentes de empleo.
- El Estado tiene un papel preponderante en el desarrollo de las industrias culturales, debido al impulso que les be dar a partir de la creación de políticas culturales que tengan asignación suficiente de recursos e impacto directo en la sociedad civil.
- Los representantes del sector cultural basan su accionar en un contexto cambiante pero cada vez más regulado, así, se hace necesario tener mayor organización del ecosistema cultural general, en la medida en que regula las oportunidades de desarrollo de los emprendimientos culturales.
- La construcción de políticas culturales es una de las prioridades de los gobiernos latinoamericanos para la mayor visibilización de oportunidades y la integración de la población en proyectos culturales.
- Es necesario contar con una capacitación profunda para representantes del sector cultural que permita un apersonamiento directo de su organización, que les de las herramientas para lograr un real impacto social a partir de sus beneficios de integración de toda la comunidad.
- Las industrias culturales y su desarrollo imponen el establecimiento de nuevos estándares de medición de desigualdad y exclusión social, en tanto demuestran los escenarios de nuevas inequidades en donde interviene el género, la pobreza multidimensional y el estándar de vida.
- Para que las industrias culturales se conviertan en motor de desarrollo social se necesita que los protagonistas del sector cultural intervengan de manera directa en la elaboración de re gulación, es decir, no solo deben ser los beneficiarios sino los creadores al ser conocedores de sus propias necesidades.
De esta manera, al contrastar los resultados de estas investigaciones anteriores con las obtenidas en la presente, es posible establecer la necesidad de vincular a quienes hacen parte de las industrias culturales en el establecimiento de soluciones que tiendan al desarrollo social, vinculándolos en la toma de decisiones y no solo en la aplicación de dichas medidas.
Conclusiones
La creatividad como estrategia de innovación, se ha convertido en una de las herramientas más relevantes para el logro de competitividad de los Estados nacionales modernos, al producir bienes y servicios cargados de un alto valor económico y de una responsabilidad por la preservación de la cultura que se configura desde la propia identidad y el reconocimiento social frente a nuevos escenarios económicos globales. Según Throsby (2008), la economía creativa supone la integración de una serie de actividades que vinculan la creatividad humana y el establecimiento de propiedad intelectual; todo esto, en el marco de la representación simbólica de elementos identitarios que identifican a una sociedad, ya que se valen de una producción social representativa.
En Latinoamérica, las industrias culturales han contribuido al desarrollo social, a la búsqueda de la igualdad y al mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos a través de la multiplicidad de escenarios que propone para la generación tanto de patrones de identidad como de la riqueza desde las posibilidades de emplear a la población económicamente activa. Ejemplo de ello, es que, durante 2015, emplearon a más de 1.9 millones de personas en la región y generaron ingresos por 124.000 millones de dólares. (Cepal, 2017b)
Así, el concepto de igualdad, presentado por la Cepal, que vincula las capacidades del ser humano y su ejercicio de derechos, es posible de cumplir mediante el desarrollo de las industrias culturales, debido a su alto impacto en las esferas económica y social, en tanto vincula las habilidades humanas y las transforma en motores de crecimiento económico, representado en los emprendimientos creativos presentes en la región.
Y no basta con altas inversiones en gasto social, distribuido en las principales necesidades, por parte de los gobiernos centrales, para lograr eliminar la pobreza y los bajos niveles de calidad de vida de Latinoamérica, porque a pesar de esto, se siguen evidenciando las carencias en la población. Carencias que, con la generación de nuevos espacios de acción, pueden satisfacerse desde el sector cultural.
De la misma manera, con los acercamientos teóricos del concepto de igualdad, se siguen presentando falencias frente al papel del Estado, debido a que la visión paternalista tradicional no puede seguir siendo el derrotero de la búsqueda de mejores condiciones de vida para la sociedad latinoamericana, por el contrario se debe incluir el desarrollo personal mediado por las habilidades propias de cada individuo, para así, integrar el mercado laboral internacional desde condiciones adecuadas de reconocimiento social y generación de empleo.
Las industrias culturales brindan los espacios de integración de equidad, libertad e igualdad para la eliminación de la pobreza, en la medida en que ofrecen multiplicidad de oportunidades de desarrollo personal y profesional, además de la responsabilidad propia de la toma de decisiones por la búsqueda de mejores condiciones de vida. Sin embargo, no se debe olvidar que la regulación estatal sigue siendo fundamental para el apoyo y crecimiento de un sector cultural latinoamericano que demuestra su accionar de manera exitosa y que se ha convertido en la alternativa para la superación de la pobreza.
Se trata entonces de la presencia de una economía creativa, con características colaborativas en donde los protagonistas o emprende dores culturales, a través de la innovación, transforman contextos de vulnerabilidad en oportunidades de mejoramiento de condiciones cotidianas con un alto impacto social que además logra influenciar, de manera positiva, la búsqueda de estándares equilibrados de igualdad.
Por último, se resalta el valor agregado de los emprendimientos culturales y creativos nacientes en América Latina, debido al alto impacto socioeconómico que han generado desde el aprovechamiento de contextos carentes de oportunidades, pero con grandes capacidades de desarrollo ligado a sus propios talentos, lo que hace que obtengan un reconocimiento social y logren la generación de riqueza.
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