Sobre los autores | About the authors

Catherine Valencia González [catherine.valenciag@uniagustiniana.edu.co]
Profesional en Comercio Internacional, Universidad Cooperativa de Colombia. Magíster en Didáctica de las Ciencias, Universidad Autónoma de Colombia. Docente del programa de Negocios Internacionales, Uniagustiniana, Bogotá, Colombia.

Bernardo González Lozano [bgonzalo@banrep.gov.co]
Economista, Universidad Autónoma de Occidente. Magíster en Gestión del Desarrollo Regional, Universidad Católica de Pereira. Analista de Estudios Económicos, Banco de la República, Pereira, Colombia

Marco Aguilera-Prado [marco.aguilera@uniagustiniana.edu.co] Economista, Universidad Autónoma de Occidente. Magíster en Planificación y Administración del Desarrollo Regional, Universidad de los Andes. Candidato a Doctor en Ingeniería, Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Profesor Vicerrectoría de Investigaciones, Uniagustiniana, Bogotá, Colombia.


Presentación


La idea de un capítulo sobre comercio intraindustrial (cii) entre los departamentos y países escogidos se justifica en tanto la literatura sobre cii en Colombia ha avanzado en estudios parciales, no así en investigaciones que abarquen un espacio más amplio de los exportadores industriales colombianos ni de sus proveedores. Asimismo, para el país es necesario empezar a evaluar de manera más efectiva cómo se han constituido los patrones de comercio, cuáles son las diferencias en la oferta exportable de los departamentos y cuáles los avances en términos de ventajas comparativas. Lo anterior permite evaluar la dinámica del aprovechamiento de los acuerdos comerciales como las estrategias de las agendas regionales de competitividad, las cuales en muchos casos han realizado esfuerzos por configurar sectores y bienes para la alta competencia. En esa medida, han desconocido las dinámicas propias del comercio internacional departamental y han hecho focalizaciones erradas en el destino de su oferta exportable.

En ese sentido, el presente capítulo mide el cii a través del índice de Grubel y Lloyd, a partir de la información de exportaciones e importaciones de bienes por partida arancelaria para las relaciones comerciales bilaterales entre: Antioquia, Atlántico, Bogotá, Caldas, Cundinamarca, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca con Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, México, Perú, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Estados Unidos, en el periodo 2011-2017 y analiza los resultados en términos de cantidad de bienes con cii y el tipo de esos bienes.

Los apartados posteriores a esta introducción presentan las ventajas de la presencia de cii, las formas de la medición del cii, describen el cii colombiano y presentan los resultados de la medición realizada.

Comercio intraindustrial y sus ventajas

Desde el surgimiento de la nueva teoría del comercio internacional se admite que el comercio también crece al interior de la misma industria, y no exclusivamente entre sectores diferentes, lo cual se explica por la complementariedad productiva. Diversas investigaciones realizadas desde los años sesenta mostraron esta relación y configuraron un espacio de trabajo académico en el que se resaltan los trabajos de Veerdon y Balassa que derivaron, entre otros, en el índice de ventaja comparativa revelada y sus posteriores modificaciones para la medición de comercio intraindustrial (Sequeiros Tizón y Fernández Redondo, 2003).

Para los ochenta, los avances en la nueva teoría del comercio internacional (Krugman, 1979, 1980; Helpman, 1981; Helpman y Krugman, 1985; Flam y Helpman, 1987) permitieron explicar el fenómeno que se observó desde finales de la década de los sesenta y principios de los setenta en muchos trabajos empíricos: el comercio intraindustrial (Nowak, Petit y Mondher, 2012).

En este punto de la historia, existen dos razones por las cuales sucede el comercio internacional. La primera asociada con las dotaciones de factores o tecnología y por ende con las ventajas comparativas explicadas por la teoría convencional del comercio. La segunda por aprovechamiento de economías de escala (rendimientos crecientes a escala) que determinan ventajas competitivas explicadas por la nueva teoría del comercio. Esta división permite el surgimiento de dos conceptos: el comercio interindustrial, que hace referencia al intercambio comercial entre sectores de diferentes industrias y el comercio intraindustrial, cii (iit: Intra-Industry Trade) que hace referencia a la importación y exportación de bienes o de servicios del mismo sector industrial (Krugman y Obstfeld, 2006; Krugman, Obstfeld y Melitz, 2012).

De allí se desprende que la presencia de cii implica empresas que puedan generar rendimientos crecientes, que generalmente son industriales y deben localizarse en espacios específicos que les permitan los flujos de insumos y de salida de los bienes producidos. Este tipo de empresas son productivamente superiores a aquellas pequeñas y sus demandas de capital humano y físico son mayores, por lo tanto, son dinamizadoras del aparato productivo del espacio geográfico donde se localizan tanto por demando como por la generación de spill-overs tecnológicos.

Comercio intraindustrial en las relaciones comerciales

Diferentes trabajos empíricos señalan que los acuerdos internacionales favorecen el cii, ya que se genera un aumento en las operaciones de comercio exterior y la movilidad de factores, motivados por la eliminación de aranceles que generan libre circulación de mercancías y bienes de capital. Lo anterior es producto de los incentivos tributarios y fiscales que favorecen los procesos de internacionalización de las empresas del sector industrial, más aún, si el acuerdo se motivó porque el país de destino es intensivo en mano de obra (Fainštein y Netšunajev, 2011; Clark, 2009; López y Rodil, 2008).

Otros trabajos han medido la intensidad del cii y su tipo (ciih, horizontal, o ciiv, vertical), por ejemplo, para México y nafta, la medición de cii mediante exportaciones e importaciones de bienes clasificados mediante el sistema armonizado, arrojó que el ciiv es predominante en este acuerdo, aunque el ciih ha tenido un crecimiento significativo durante la vigencia del mismo. El estudio señala que el ciiv ha venido decreciendo con Canadá pero paralelamente se incrementa con México y resalta la pertinencia de la clasificación del sistema armonizado para precisión en la identificación de los bienes (Ekanayake, Veeramacheneni y Moslares, 2009).

Así mismo, un trabajo para la región andaluza y sus socios del mediterráneo mostró que el comercio predominantemente es interindustrial y que el cii que se evidencia es diferenciado por calidad (ciiv). En el documento se muestra que los costos de ajuste son más difíciles después de la liberalización comercial y los procesos de integración avanzados (Rivera, 2014).

Dentro de la Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración) existe evidencia del avance del cii entre los años ochenta (8%) y 2000 (26%) y un descenso desde ese año. El cii dentro del acuerdo se concentra en un 90% los países de México, Brasil y Argentina, siendo México el responsable del 40% de estas operaciones. Aladi (2012) tiene mayor cii con Estados Unidos y Canadá y, seguidamente, con los partícipes del acuerdo. Como bienes más representativos se pueden mencionar: maquinaria, equipos de transporte y productos químicos.

Para Colombia diferentes trabajos han mostrado la existencia de cii con diferentes países: i) 451 bienes (9%) de 5000 que configuran el comercio bilateral entre Colombia y Estados Unidos presentan flujos de cii (Caicedo y Mora, 2011), de los cuales ninguno tiene alto componente tecnológico y ii) cerca del 20% del comercio total de Colombia es cii. Con Ecuador, Chile y Perú se mantiene un cii de manera bilateral mayor al 40% asociado a diferencias en dotaciones factoriales, tamaño y estructura del mercado, distancia y lenguaje; con Estados Unidos y China, a pesar del crecimiento del comercio, el cii no es significativo (Arza y Almanza, 2014).

Asimismo, en las regiones colombianas, la evidencia ha mostrado la existencia de cii entre algunos departamentos y la can, la presencia de ciiv con Venezuela y Ecuador y la poca significancia del mercado peruano (Moreno y Posada, 2007). Para el caso del Valle del Cauca, ha existido cii por más de quince años, desde los años noventa, y ha habido cambios en los patrones de comercio interindustrial (Hernández y Raffo, 2016).

Los trabajos referentes a Colombia muestran que, desde los años noventa, existen sectores significativos en su industria como: productos químicos, manufacturas del plástico, manufacturas textiles, productos del papel, cartón, imprenta y editoriales, que concentran el mayor flujo de cii. Igualmente, estos trabajos evidencian la necesidad de hacer mediciones con un nivel superior de desagregación para los bienes, ya que el ciiu agrupa productos con características similares, pero que deben ser diferenciadas si se quiere mayor precisión en la identificación del producto y con ello mayor confiabilidad en el índice trabajado (Moreno y Posada, 2007; Hernández y Raffo, 2016; Caicedo y Mora, 2011).

Medición del comercio intraindustrial

La medición del cii ha ido avanzando desde Veerdon, en los años sesenta, quien propone un indicador de medición como tasa de cobertura, el cual fue criticado por su falta de simetría hasta la llegada de las variaciones del indicador de Grubel y Lloyd (dinámica por volumen y ajustada) (Sequeiros Tizón y Fernández Redondo, 2003).

El índice de Veerdon es una tasa de cobertura de exportaciones sobre importaciones para cada sector; cuanto más se acerque a 1, más intenso es el cii. Sin embargo, es posible comparar un indicador de 0,5 con uno de 2, de allí el solapamiento y su falta de simetría. El indicador es el siguiente (Sequeiros Tizón y Fernández Redondo, 2003):

Kojima mejora el indicador de Veerdon tomando el flujo menor con el flujo mayor de las importaciones y exportaciones, así obtiene el primer indicador de cii que ordena los sectores según el volumen de cii y los relaciona en función de máximos y mínimos. Cuando el indicador toma valor de cero, implica que todo el comercio es interindustrial, y si toma el valor de cien, que todo es intraindustrial.

Formalmente, es (Sequeiros Tizón y Fernández Redondo, 2003):


Balassa introduce el índice de ventaja comparativa revelada absoluta, en el que, a partir de la tasa de cobertura se puede caracterizar un sector desde su especialización completa hasta sus niveles de solapamiento, que se leen como comercio intraindustrial. Formalmente, el índice es (Sequeiros Tizón y Fernández Redondo, 2003):


El índice de ventaja comparativa revelada absoluta ha sido el más utilizado en los análisis de comercio internacional y en los estudios que buscan medir los saldos comerciales entre países. Una de las transformaciones de amplia difusión ese el Índice de Ventaja Comparativa Revelada Relativa (ivcrr), que relaciona el saldo relativo de un sector y su correspondiente al conjunto de la economía. El cálculo se hace de la siguiente manera (Sequeiros Tizón y Fernández Redondo, 2003):


Esas sucesivas transformaciones y adiciones de ponderadores para capturar el solapamiento entre exportaciones e importaciones en cada sector dieron origen a los clásicos indicadores de cii, los de Grubel y Lloyd, que desde 1975 han sido aceptados en la literatura sobre comercio internacional y luego permitieron la clasificación entre cii horizontal o vertical. El índice de Grubel y Lloyd es (Sequeiros Tizón y Fernández Redondo, 2003):


Este índice arroja valores iguales a la unidad cuando el solapamiento entre los dos flujos es total, esto es, cuando las importaciones coinciden con las exportaciones, y valores nulos cuando lo es también alguno de los dos flujos. Para agregar y medir la relación entre el comercio solapado y el comercio total de cada sector, se construyó en índice de Grubel y Lloyd agregado que tiene la siguiente forma (Sequeiros Tizón y Fernández Redondo, 2003):


Para su adecuada aplicación, se presentó el glac, que es el gl agregado corregido con el factor que captura el desequilibrio comercial, a mayor factor, mayor desequilibrio y a menor factor, menor desequilibrio.


Resolviendo,


Nótese que las agregaciones y variaciones para el índice de gl apuntan a minimizar el impacto de la agregación, tanto de los bienes como de los espacios geográficos (Moreno y Posada, 2007). En esencia, son formas de capturar de mejor manera el verdadero peso del comercio intraindustrial, una vez bien identificado, dentro del comercio total.

Comercio colombiano con Estados Unidos y Latinoamérica

De acuerdo con la información facilitada por el Banco de la República, se encontró que, para Colombia, el principal Tratado de Libre Comercio (tlc) es el que se negoció con Estados Unidos y entró en vigencia 15 de mayo de 2012. De acuerdo con los datos, 30,9% de las exportaciones de los departamentos en estudio (Antioquia, Atlántico, Bogotá, Caldas, Cundinamarca, Quindío, Risaralda y Valle Del Cauca) tuvieron en 2017 ese destino, seguido por Ecuador, Perú, México, Brasil y Chile; este hecho indica que 42,4% de las exportaciones fueron a países con los cuales se tienen tratados de libre comercio o acuerdos comerciales (tabla 1).


En el marco de los acuerdos comerciales, la Comunidad Andina de Naciones (can: Bolivia, Ecuador y Perú) recibió en 2017 el 15,7% del total de las exportaciones, seguido por la Alianza Pacífico (Chile, México y Perú) que contó con una ponderación del 14,4% y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) que sumó 4,6% del total. En consecuencia, de las ventas externas colombianas en 2017, un 37,4% se enmarcan dentro de los principales acuerdos comerciales vigentes, mientras que las dirigidas únicamente hacia ee. uu. alcanzaron un 30,8%, mostrando la dependencia colombiana hacia el mercado norteamericano (tabla 2).


Estados Unidos ha sido el principal socio comercial colombiano, lo cual se evidencia desde el año 2000. Con una participación del 31,0% del total de las ventas, continúa con esa ponderación hasta el 2017 cuando representó el 30,9% del total y registró un incremento del 2,7% frente al año inmediatamente anterior. En orden, le sigue Ecuador, que presentó un incremento significativo el último año con una tasa del 18,6%, aunque no alcanzó a tener el valor registrado en su punto más alto, que fue en 2010; asimismo, se registraron disminuciones del 2010 al 2016. Por otro lado, destaca el comportamiento de las compras chilenas con un crecimiento del 27,5% en 2017 (tabla 3).


Del total de las exportaciones sobresale la producción agrícola, que durante los años de estudio se comportó así: en el año 2000 representó el 19,6% del total, para en el 2010 caer al 13,8%, esta disminución fue porcentual pero no en valores. Posteriormente, en 2017, logró recuperarse y se ubicó con el 16,9% del total. Los departamentos más representativos en esta actividad fueron: Antioquia, con un aporte del 43,0% en el 2017, seguido por Bogotá, con 29,8% y Cundinamarca con 24,7%.

En cuanto a las importaciones, las compras realizadas por los departamentos en estudio mostraron, así como sucedió con las exportaciones, a Estados Unidos como principal socio comercial; sin embargo, esta vez China también compartía el mérito. Por su parte, los acuerdos comerciales dentro del total de las importaciones sumaron el 21,2%, como es el caso de Mercosur, al que en 2017 se le hicieron compras por 2603 millones, las cuales representaron el 6,5% del total (tabla 4).


En el año 2000, el acuerdo comercial que mayor participación tuvo en importaciones totales fue Alianza Pacífico, al sumar 898 millones de dólares que representaron 9,18% del total de las exportaciones, mientras que la can contribuyó con el 5,5%. El Triángulo del Norte fue el acuerdo de menor participación (0,14%); para el 2015 la Alianza Pacífico participó con 10,7% y en 2017 esta participación alcanzó 11,0% (tabla 5).


El 2015 fue el año en el que se registra mayor valor de importaciones provenientes de Estados Unidos, con 12442 millones de dólares, seguido por el 2017 con 9737 millones de dólares; un comportamiento similar fue registrado en las importaciones desde China, que en 2017 ascendieron a 8419 millones de dólares. El tercer país en el cual se hizo la mayor cantidad de operaciones fue México, que se encuentra en la Alianza Pacífico, seguido por Brasil, Alemania, y Japón. Estos siete países ostentaron el 67,9% del total de las compras realizadas, mientras que el 35,1% se hicieron con el resto del mundo.

Regionalmente, durante 2017 Bogotá importó una gran variedad de productos, entre ellos: manufacturas de sustancias químicas básicas, otras de productos químicos, de caucho, de plástico. En cuanto a bienes industriales, se encuentran: maquinaria de uso general y otras maquinarias de uso especial. Similar comportamiento se observó en el departamento de Cundinamarca.

El Eje Cafetero (Caldas, Quindío y Risaralda) presenta dinamismo en la importación de los siguientes productos: maquinaria de uso general, manufacturas en industrias básicas de hierro y de acero, manufacturas de aparatos de uso doméstico, como también de sustancias químicas básicas. Por su parte, el Valle del Cauca se caracterizó por importar, de igual modo, manufacturas de sustancias químicas básicas, de productos químicos, de productos de plástico, otros productos elaborados de metal, y servicios relacionados con el trabajo de metales.

En cuanto a actividades industriales, el año 2017 fue reconocido como el de mayor participación en las exportaciones colombianas, con un 75,5%. De igual forma ocurrió con las demás actividades, que continuaron con un comportamiento similar en los años de estudio y presentaron la mayor concentración en el 2015 con el 76,7% y la más baja para el 2000 con el 62,9%.

En este sentido, las exportaciones industriales en el 2000 estuvieron conformadas por la fabricación de otros productos químicos con una participación del 14,7%. En 2005, mostraron su comportamiento más bajo al representar el 6,9% del total de las exportaciones, sin embargo, lograron recuperarse en los años siguientes, y en el 2017 llegaron a participar con el 14,5%. A su vez, se encontró que los departamentos más representativos en esta actividad en el último año fueron: Bogotá, con un aporte del 25,3%, seguido por Atlántico con 24,9% y Cundinamarca con 15,8%.

Por su parte, la elaboración de productos de café, que en el año 2000 no tuvo participación, se incorporó en 2015 y participó con el 15,1%; además, consiguió incrementar su producción para el 2017, cuando aportó el 16,9% de toda la producción industrial. Lo anterior dejó la sensación de que una parte de estos estaba siendo exportada, luego de sufrir algún tipo de transformación y no solo como un commoditie. El mayor aporte de esta producción en 2017 provino del departamento de Caldas, con un 26,6%, seguido por Antioquia con 23,9%, Risaralda con 20,4% y Quindío con 12,3%. Estos valores indican un cambio en la dinámica del eje cafetero, que pasó de ser una región netamente productora a presentar una transformación industrial y mayor valor agregado en sus productos de exportación.

Otro componente relevante en el sector industrial es la industria básica de metales preciosos y de metales no ferrosos, que en 2017 aportó el 12,6% del sector industrial. En este rubro el departamento más destacado fue Antioquia, con un aporte del 73,4%, seguido del Valle del Cauca con uno del 11,0%, mostrando la concentración de la actividad en el departamento antioqueño. Cabe aclarar que, de los departamentos en estudio, el Quindío no ha hecho aporte alguno a esta actividad.

Comercio intraindustrial con Estados Unidos y Latinoamérica

Al llevar a cabo el cálculo del comercio intraindustrial del periodo entre el 2011 y el 2017, se empleó el índice de Grubel y Lloyd por departamento y por país; como fuente de información para exportaciones e importaciones se tomaron los microdatos del dane (Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas de Colombia). Aunado a lo anterior, se empleó la suma de los valores fob de las transacciones de cada año como datos para exportaciones e importaciones; además, para dar con el origen de las exportaciones se tomó el departamento donde se cultivaron o elaboraron o donde se desarrolló la última fase del proceso productivo (esta información solo está disponible para el periodo mencionado).

Así, para cada departamento se calculó el comercio intraindustrial como:


Donde cada i corresponde a cada bien, según su partida arancelaria y j a cada uno de los países con los que el departamento tuvo operaciones de comercio. De esta manera, el cálculo evita el sesgo de agregación al irse a especificidades del bien y el sesgo geográfico al hacerlo sobre comercio bilateral (Moreno y Posada, 2007).

Resultados

La evidencia muestra una mayor dinámica de cii de Bogotá con los países seleccionados; 43930 transacciones en el periodo de análisis, seguido por Antioquia (17009) y Valle del Cauca (7136). Por su parte Risaralda (457), Caldas (437) y Quindío (22) tuvieron el menor número de transacciones de cii. Las transacciones de cii bogotanas representaron poco más de la mitad del total en cada año del periodo de estudio (55,8% del total general del periodo), las antioqueñas cerca del 22% y las vallecaucanas el 9%. Mientras que Risaralda, Caldas y Quindío menos del 1%. El detalle del número de transacciones por departamento se presenta en la tabla 6.


Asimismo, los resultados arrojan que, en general los departamentos seleccionados mantuvieron relaciones con cii con diez u once (todos) países de los destinos del estudio. Quindío, Caldas y Risaralda tuvieron menos transacciones de cii y con menos países que el resto. El mayor número de transacciones de cii en el periodo de estudio se presenta entre cada departamento y Estados Unidos, seguidas por las transacciones con México. Esta dinámica solamente es distinta para Caldas, que presenta mayor número de transacciones con México, seguidas por Estados Unidos. Bolivia, Paraguay, Uruguay y Venezuela son los países con menores flujos de cii para todos los departamentos (ver anexos).

A su vez, los países con que los departamentos seleccionados presentaron el mayor número de transacciones de cii fueron Estados Unidos, México y Perú, donde Estados Unidos representó 40,7% de las transacciones de cii del periodo y cerca del 40% de las transacciones de cada año, México el 18,8% y Perú el 11,2% del número total de transacciones cii del periodo de estudio. Entre Uruguay, Bolivia y Paraguay no aportaron más del 1% de las transacciones de cii del periodo. La tabla 7 presenta el detalle del número de transacciones entre los departamentos y los países seleccionados.


El conjunto de departamentos presenta un mayor número de transacciones en bienes provenientes de la industria del plástico con mayor o menor nivel de elaboración. De igual forma, son representativos algunos bienes de la industria del papel (incluidos cajas, empaques e impresos como etiquetas y folletos), además de las empresas de caucho y fundición. La tabla 8 presenta los diez bienes con mayor número de transacciones de cii.



Por otra parte, al hacer una selección de los diez tipos de bienes con mayor cii entre cada departamento y cada país seleccionado, se encontró que el número de bienes con cii varía por cada departamento de esta manera: Antioquia: 80 tipos de bienes transados, Bogotá: 77, Cundinamarca: 69, Valle del Cauca: 66 y Atlántico: 66, Caldas: 55, Risaralda: 55 y Quindío: 7. De esos 329 tipos de bienes seleccionados, aquel que está presente en los ocho departamentos pertenece al grupo de manufacturas de plásticos (3926909090), seguido por: impresos publicitarios; catálogos comerciales y similares (4911100000), que está en siete departamentos (no está en Quindío); algunas manufacturas de hierro; placas; láminas; hojas y tiras de plástico no celular de polímeros de etileno (7326909000), presente en seis departamentos (ni en Quindío ni en Atlántico); artículos para el transporte o envasado de polímeros de etileno (3923509000), presente en cinco departamentos (no está en los departamentos del eje cafetero) y, finalmente, otras placas de plástico no celular y sin refuerzo, estratificación ni soporte o combinación similar con otras materias de polímeros de etileno (3920100000), también con cinco presencias (no está en Atlántico, Quindío y Risaralda).

Estos bienes, que son los más representativos, en su mayoría, en Antioquia, Bogotá y Valle del Cauca: i) figuran en todos los años del periodo de estudio; ii) su indicador de G&L es mayor a 0,33, lo que representa un cii genuino y iii) están presentes en casi todos los flujos con los países de interés del estudio. Para los otros departamentos, el conjunto de bienes más representativo no presenta cii todos los años del estudio, ni figuran en el flujo de todos los demás países seleccionados. Eso constituye una pista de especialización y diferencia en las ventajas competitivas de los departamentos en sus relaciones con Estados Unidos y América Latina: Caldas, Quindío, Risaralda son departamentos que aún no consolidan el cii ni con Latinoamérica ni con Estados Unidos, mientras que Antioquia, Bogotá y Valle del Cauca tienen una oferta más amplia y consolidada tanto con Latinoamérica como con Estados Unidos.


Resultados


La evidencia muestra una mayor dinámica de cii de Bogotá con los países seleccionados; 43930 transacciones en el periodo de análisis, seguido por Antioquia (17009) y Valle del Cauca (7136). Por su parte Risaralda (457), Caldas (437) y Quindío (22) tuvieron el menor número de transacciones de cii. Las transacciones de cii bogotanas representaron poco más de la mitad del total en cada año del periodo de estudio (55,8% del total general del periodo), las antioqueñas cerca del 22% y las vallecaucanas el 9%. Mientras que Risaralda, Caldas y Quindío menos del 1%. El detalle del número de transacciones por departamento se presenta en la tabla 6.


Asimismo, los resultados arrojan que, en general los departamentos seleccionados mantuvieron relaciones con cii con diez u once (todos) países de los destinos del estudio. Quindío, Caldas y Risaralda tuvieron menos transacciones de cii y con menos países que el resto. El mayor número de transacciones de cii en el periodo de estudio se presenta entre cada departamento y Estados Unidos, seguidas por las transacciones con México. Esta dinámica solamente es distinta para Caldas, que presenta mayor número de transacciones con México, seguidas por Estados Unidos. Bolivia, Paraguay, Uruguay y Venezuela son los países con menores flujos de cii para todos los departamentos (ver anexos).

A su vez, los países con que los departamentos seleccionados presentaron el mayor número de transacciones de cii fueron Estados Unidos, México y Perú, donde Estados Unidos representó 40,7% de las transacciones de cii del periodo y cerca del 40% de las transacciones de cada año, México el 18,8% y Perú el 11,2% del número total de transacciones cii del periodo de estudio. Entre Uruguay, Bolivia y Paraguay no aportaron más del 1% de las transacciones de cii del periodo. La tabla 7 presenta el detalle del número de transacciones entre los departamentos y los países seleccionados.


El conjunto de departamentos presenta un mayor número de transacciones en bienes provenientes de la industria del plástico con mayor o menor nivel de elaboración. De igual forma, son representativos algunos bienes de la industria del papel (incluidos cajas, empaques e impresos como etiquetas y folletos), además de las empresas de caucho y fundición. La tabla 8 presenta los diez bienes con mayor número de transacciones de cii.



Por otra parte, al hacer una selección de los diez tipos de bienes con mayor cii entre cada departamento y cada país seleccionado, se encontró que el número de bienes con cii varía por cada departamento de esta manera: Antioquia: 80 tipos de bienes transados, Bogotá: 77, Cundinamarca: 69, Valle del Cauca: 66 y Atlántico: 66, Caldas: 55, Risaralda: 55 y Quindío: 7. De esos 329 tipos de bienes seleccionados, aquel que está presente en los ocho departamentos pertenece al grupo de manufacturas de plásticos (3926909090), seguido por: impresos publicitarios; catálogos comerciales y similares (4911100000), que está en siete departamentos (no está en Quindío); algunas manufacturas de hierro; placas; láminas; hojas y tiras de plástico no celular de polímeros de etileno (7326909000), presente en seis departamentos (ni en Quindío ni en Atlántico); artículos para el transporte o envasado de polímeros de etileno (3923509000), presente en cinco departamentos (no está en los departamentos del eje cafetero) y, finalmente, otras placas de plástico no celular y sin refuerzo, estratificación ni soporte o combinación similar con otras materias de polímeros de etileno (3920100000), también con cinco presencias (no está en Atlántico, Quindío y Risaralda).

Estos bienes, que son los más representativos, en su mayoría, en Antioquia, Bogotá y Valle del Cauca: i) figuran en todos los años del periodo de estudio; ii) su indicador de G&L es mayor a 0,33, lo que representa un cii genuino y iii) están presentes en casi todos los flujos con los países de interés del estudio. Para los otros departamentos, el conjunto de bienes más representativo no presenta cii todos los años del estudio, ni figuran en el flujo de todos los demás países seleccionados. Eso constituye una pista de especialización y diferencia en las ventajas competitivas de los departamentos en sus relaciones con Estados Unidos y América Latina: Caldas, Quindío, Risaralda son departamentos que aún no consolidan el cii ni con Latinoamérica ni con Estados Unidos, mientras que Antioquia, Bogotá y Valle del Cauca tienen una oferta más amplia y consolidada tanto con Latinoamérica como con Estados Unidos.


Referencias


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Anexos