Parte 1 - Capítulo 3
Estudios comparados para la Alianza del Pacífico
Exportaciones en la Alianza del Pacífico: un estudio
comparado para las denominaciones de origen
1. Introducción
Situar en dialogo a las Denominaciones Origen (DO) y al comercio internacional no
es algo novedoso. Sencillamente, desde el comercio internacional hay una preocupación por
los
asuntos de propiedad intelectual y, en el mismo sentido, desde
el derecho internacional hay una aplicabilidad directa en el campo del comercio
internacional.
El presente capitulo expone las DO como oportunidad en los negocios internacionales desde el
desarrollo regional y cultural, siendo las características propias
de la tierra y los conocimientos ancestrales que se transforman en procesos
productivos, generando bienes con características excepcionales. El cuestionamiento que
motivó
esta investigación fue: ¿cuál es el comportamiento de las
exportaciones de bienes con DO en los países de Alianza del Pacífico? Desde un acercamiento
teórico de la dotación de los factores de Heckscher-Ohlin
y la teoría ecléctica de Dunning, se reconoce la importancia adecuada y correcta
en asignación de los factores de producción en los flujos del comercio internacional.
El método utilizado en la investigación es de enfoque cuantitativo, con un alcance
descriptivo y correlacional en la cuantificación de las variables, que en este caso
específico son las exportaciones de cada uno de los cuatro productos seleccionados:
para el caso de Chile se escogió la chicha de Curacaví, para Colombia el café, en el
caso de México el tequila y para Perú el pisco. Los datos traídos correspondientes a
los valores FOB de exportaciones, tomados de las oficinas estatales de estadística
de cada país de acuerdo con la relación directa entre producto con DO.
El capítulo se divide en tres partes. En primer lugar, se presentan un acercamiento
a la AP y las exportaciones de cada uno de los países miembros, abordando
conceptos macroeconómicos y cifras recientes de las operaciones de comercio
exterior totales, y por país, al igual que sus principales socios comerciales. En
segunda instancia se presentan las herramientas conceptuales sobre Indicaciones Geográficas
(IG)
y DO como también la base teórica asociada con la teoría
del comercio internacional. Finalmente, se expone el comportamiento de las
exportaciones de los cuatro productos en los diferentes países en valores FOB,
los países destino y posteriormente se concluye e indican recomendaciones para
fortalecer aspectos de diversificación de la canasta exportadora y competitividad.
Acercamiento a las operaciones de comercio exterior en los países de Alianza
del Pacífico
En el actual escenario de los acuerdos internacionales, Alianza del Pacífico (AP)
se vislumbra como uno de los acuerdos regionales más prometedores debido a la
rapidez y practicidad con la que ha avanzado la integración entre Chile, Colombia,
México y Perú desde su constitución a través del Acuerdo Marco, en el 2012. En el
año 2014 se firma el protocolo adicional por los países miembros, con el objetivo
de desgravar el 92% universo arancelario para las importaciones, que entró en
vigor en el 2016.
Aunque los cuatro países cuentan con similitudes culturales y lingüísticas,
no comparten fronteras continuas, lo que ha desencadenado esfuerzos
mancomunados y agiles para promover acciones regionales e intrarregionales
como la eliminación del requisito de la visa entre los países miembros, embajadas conjuntas,
plataforma de movilidad académica, estudiantil y de investigación,
y la creación de la bolsa de valores de los cuatro países Mercado Integrado
Latinoamericano (MILA), así como también ruedas de negocios conjuntas
(Pastrana Buelvas & Castro Alegría, 2020).
AP registró al 2019 un PIB corriente de USD 2.125.296 millones. Concentra una
población de un poco más de 226 millones de habitantes, en la que el PIB per cápita
es de USD 19.361. Respecto al comercio exterior, en conjunto, sus exportaciones
ascendieron los USD 531.751 millones, mientras que las importaciones totales
fueron de USD 528.822,2 millones, evidenciando su volumen de comercio y una
balanza comercial superavitaria. Al 2018, captó por IED casi USD 56.000 millones
(MinCIT, 2020). A continuación, se amplía información sobre las importaciones y
exportaciones de los países en mención.
En la tabla 1 se observa que en todos los años México registra mayores cifras; al
2018 importó el 73%, mientras que Chile el 12%, Colombia el 8% y Perú el 7%. Con
respecto a las importaciones de AP en su mayoría son originarias de Estados Unidos,
China, Alemania, Japón, Corea, y Brasil respectivamente. Así mismo, los productos
se concentran petróleo refinado en un 6,4%, partes de vehículos 5,3%, los circuitos
electrónicos alcanzan el 4%, mientras que los teléfonos el 3%, los automóviles de
turismo el 2,5% y máquinas para el procesamiento de datos el 2,1%.
Como se expone en la tabla 2, México concentra la mayor parte de las exportaciones de AP: en
el
año 2018 concentró el 72%, seguido de Chile, mientras que los
países de Colombia y Perú presentan un volumen significativamente menor. En
el último año presentado, las exportaciones de Chile fueron el 12%, Colombia 7%
y Perú el 8%. Es de notar que los países de AP tienen una participación y dependencia de la
exportación de commodities como: cobre, petróleo, carbón y otros
minerales.
Las exportaciones de AP se dirigen principalmente a países como Estados Unidos,
China, Canadá, Japón, Taiwán y Alemania. Los productos más significativos en los
últimos años son automóviles para turismo en un 9,2%, máquinas para el procesamiento de
datos
en un 6%, partes de vehículos un 5,8%, vehículos para mercancías
un 4,9%, petróleo crudo 4,2% y los minerales de cobre alcanzan un 3,8%.
Si se hace una relación en paralelo de las operaciones de comercio exterior de
los cuatro países, el volumen de comercio muestra una concentración en México,
volumen tan significativo que ni los otros países logran en su conjunto. Para tener
una representación clara del panorama comercial, el 72% para México, 12% para
el caso de Chile y en el caso de los países andinos el 8% para cada uno, como se
observa en la figura 1.
En el panorama comercial internacional coexisten oportunidades donde las
tradiciones culturales han fomentado las experiencias gastronómicas y turísticas
confluyendo en el desarrollo de algunas regiones (Bereta de Godoi Pereira,
Bressan Smith Lourenzani, & Watanabe, 2017; Barreal & Jannes, 2019). Los países
de AP cuentan con múltiples tradiciones arraigadas para compartir al resto de
la sociedad. Los productos con DO se constituyen como imprenta de la muestra
cultural y ancestral, pero también son productos que con esfuerzo se hacen
espacio en los mercados internacionales, de ahí la importancia de analizar las
exportaciones y el comportamiento que tienen algunos productos de los países
de AP con este distintivo de marca.
Paralelamente, Latinoamérica presenta un crecimiento en las diferentes formas
de protección territorial a través de marcas colectivas que tienen un camino
definido por prácticas comerciales e institucionalidad, fortaleciendo los mercados
locales de bienes de consumo en la globalización (Vega Torres, 2018).
Indicaciones geográficas
Al hablar de IG, es importante conocer la raíz del término bajo la percepción de
distintos autores. En vista de que se habla de un tema que tiene impacto global,
es posible definirlo bajo los esquemas de la Organización Mundial de Comercio
(OMC), como tema relevante para el comercio. Según el Acuerdo sobre los
Aspectos de los Derechos sobre la propiedad Intelectual (ADPIC), las indicaciones
geográficas
son consideradas una categoría principalmente aplicable a los
productos agrícolas y alimenticios, que se originan en un lugar específico y posee
cualidades, ya sea de reputación o características que sean atribuibles al lugar de
origen. A partir de esta definición, Evans & Blakeney (2006) definen más específicamente las
indicaciones geográficas como la toma del nombre de una región o el
lugar específico para describir un producto agrícola o alimenticio.
Ahora bien, en la publicación del artículo “Guide to Geographical Indications:
Linking Products and Their Origins”, Giovannucci et al. (2009) describen las IG
como un bien originario de un territorio delimitado, donde una calidad, reputación
u otra característica notable del bien son esencialmente atribuibles a su origen
geográfico, los factores humanos o naturales presentes allí. Aunque básicamente
es el mismo concepto con respecto a los anteriores, estos autores atribuyen,
además, el medio para fomentar y valorar la identidad de la procedencia del
producto, agregando la conservación del lugar y su biodiversidad; es decir,
vinculan el lugar y su sostenibilidad con el producto. Adicionalmente, los autores
proponen que no solo se puede hablar de IG por productos relacionados al campo,
sino de cualquier bien que cumpla con dichas características y que además su
aplicabilidad permite generar en los mercados la diferenciación; al tiempo, hacen
hincapié en la falta de enfoque internacional, ya que este dificulta la protección de
las indicaciones geográficas.
En el mismo sentido, aunque agregando un componente importante, el autor
expone otras variables que implican su término: “Las indicaciones geográficas
son nombres que transmiten el origen geográfico, así como la identidad cultural
e histórica de los productos agrícolas, y resalta más adelante que las indicaciones
geográficas están protegidas bajo una amplia gama de instituciones y arreglos,
estas se encuentran en todo el mundo” (Bowen, 2010, p. 209).
Por lo tanto, se observa que tanto en países desarrollados como en los países en
desarrollo es una herramienta de crecimiento y reconocimiento mundial. Hace
énfasis en la forma en que se fomenta el desarrollo rural y la protección, ya que
hoy en día son los países en desarrollo los que buscan fortalecer los indicadores
geográficos apoyándose en estos como herramienta para fomentar el desarrollo
rural y sus productos.
De manera similar, el Ministerio Coreano de Agricultura, Comida y Asuntos Rurales
define las IG como el encuentro de la reputación, la calidad y otras características
distintivas de un producto agrícola y/o pesquero, al igual que como el resultado
de las características geográficas determinadas por una región. Hye et al. (2018)
apoyan esta definición dada por el Ministerio y, al mismo tiempo, resaltan la importancia de
promocionar el consumo interno y proponen estrategias que faciliten el
consumo de estos bienes en el país en mención.
Por último, Rangnekar (2004) une la definición de IG con la propiedad intelectual
e insiste en los elementos que la componen, es decir, la protección de marca, pues
ve como factor importante la protección del conocimiento de una región y la pertinencia de
convertir estos en un activo para la economía.
Denominación de Origen
El concepto de DO, está completamente asociado con el significado de IG, ya
que las DO se asocian directamente a un área geográfica específica, brindándole
protección, también incluyen el concepto de know-how, ya que las DO provienen
de tradiciones y/o costumbres de dicho territorio, garantizando la idiosincrasia y
calidad del producto al consumidor, sin importar el paso del tiempo. (Superintendencia de
Industria y Comercio, 2020).
Las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) tienen más de un siglo de antigüedad, como
bien
lo refiere Larson (2007), son la principal referencia legal para la
protección de las IG, siendo regulados en los acuerdos multilaterales desde finales
del siglo XIX, en el Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial.
Su investigación abarca el empoderamiento de los pequeños agricultores en su
propia cadena de valor, y ello implica compartir conocimiento que es valioso en
cada eslabón de la cadena, pero que puede pertenecer a diferentes actores y
esferas culturales. Se concluye que la cooperación y la coordinación dentro de
la cadena de valor son los factores más importantes para el éxito de una IG, lo
que permite llegar a la obtención de la protección y es el medio práctico por el
cual un consumidor puede reconocer una cadena de valor organizada, desarrollar
confianza en un determinado producto etiquetado de origen y elegirlo constantemente.
El mismo concepto, en el Departamento de Gestión y Economía de Beira en
Portugal, está constituido de acuerdo con las tres etiquetas de calidad incluidas
en la Unión Europea. En este sentido, Dias y Mendes (2018) encontraron que el
factor de Know-How, o saber hacer, tiene como reacción en los consumidores el
estar dispuestos a pagar más siempre y cuando un producto tenga dicha certificación, ya que
esto
garantiza su calidad. Por su parte, Loureiro y McCluskey (2000)
amplían el término en mención e indican que la reputación colectiva es aplicable
según la etiqueta que lleve el producto, lo cual no funciona en productores individuales y
donde la adecuada función de la DO está atada a la reputación positiva
de la cual se tendrá éxito. Este incremento de demanda también funciona como
estrategia de marketing para el futuro.
Con respecto a la percepción del mercado y las estrategias de ventas, Guerrero
(2001) analiza el comportamiento del mercado hacia los productos con DOP, a
partir de lo cual concluye que estas etiquetas constituyen el futuro en la comercialización
de
bienes al unir temas de información, globalización y comunicación
electrónica. El autor enfatiza además en las limitaciones y señala que las posibles
desventajas se verían en la distribución por la vida útil de los productos y en el
poco desarrollo del canal de distribución. En consecuencia, propone el uso de
programas generales y específicos para manejar las marcas y potencializar la
importancia en el avance de sus ventajas comerciales.
A su vez, Gonzálvez, Armenta y De La Guardia (2009) indican que la importancia de las DO
está
ligada a la mitigación de productos adulterados. Por tanto,
comprenden el término de acuerdo a la autenticidad, que es, de hecho, el énfasis
de la Unión Europea en la aplicación de los términos de protección legislativa de
los productos regionales. Su investigación se enfoca en los parámetros científicos
y legales para dar la etiqueta, donde concluyen que de forma científica es útil (p.
e., los elementos trazas y los SIR), y que en lo concerniente al tema legal es conveniente
el
uso de herramientas quimiométricas.
Desde una perspectiva similar, Likoudis et al. (2015) determinaron que los factores
significativamente asociados con la disposición de los consumidores a comprar
DOP/Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) son el origen, las declaraciones de
propiedades saludables, la etiqueta de un producto y el consumo sostenible.
En sentido opuesto, los autores Ayala & Radomsky señalan que “El aumento
sustancial en IG registradas recientemente en los países centroamericanos se
encuentra en consonancia con una tendencia internacional, particularmente estimulada gracias
a
acuerdos multilaterales dentro del marco de la OMC”(2020). Por
lo tanto, se cuestionan si las IG son una herramienta de desarrollo rural o maximización de
beneficios para unos pocos, pues para el caso de estudio los productos
con la distinción pertenecen a una elite política.
Claramente los diferentes autores rescatan la oportunidad de las IG y las DO, pero
insisten que hay otras variables importantes para el éxito de los productos en
mercados internacionales, como la cadena de valor, la distribución física internacional, el
conocimiento del producto, la reputación, la recordación y las posibles
adulteraciones, lo que evidentemente son obstáculos asociados a la comercialización de este
tipo de mercancías.
Literatura para denominación origen en los países de la Alianza del Pacífico
Con respecto al caso de México y la representación del tequila como DO, en
búsqueda de un clúster determinante, conviene preguntarse ¿por qué el tequila
ha logrado tener una ventaja comparativa en el mercado internacional, teniendo
en cuenta sus periodos de escasez de demanda y sobreoferta? Con el fin de hallar
las debilidades y fortalezas, Macías (2001) logró identificar que el éxito está en
transformar dichas ventajas en ventajas competitivas dinámicas, que el mercado
del tequila ha sabido llevar por medio de diversificación de mercado y estándares
de calidad cada vez más altos, por medio de la obtención de la denominación de
origen. Las amenazas identificadas se relacionan con la adulteración del tequila
y los altos costos de producción, pero a lo largo del tiempo ha logrado mejorar
en diversos aspectos. A su vez, el estudio muestra el impacto que la industria
tequilera ha tenido con la implementación de las denominaciones origen como
herramienta de marketing ante los consumidores, así como las barreras que
encuentran a la hora de exportar, donde la denominación origen provee autenticidad. Sin
embargo, países como Estados Unidos imponen barreras no arancelarias que impiden que los
pequeños empresarios puedan exportar.
En el mismo sentido, el libro “El tequila en tiempos de la mundialización” habla
del nivel de exportación del tequila como el segundo en el sector agroalimentario
y también de la forma en que se han afrontado los retos que se le presenta
durante los últimos 20 años, tanto nivel nacional como internacional, donde se
hace hincapié en que la no regulación de las DO y el beneficio del uso de estas
se tergiverse a causa del mercado ilícito, donde cabe mencionar que el tequila,
al tener un nivel de aceptación internacional cada vez más elevado, lo hace más
atractivo. Se concluyó que el uso de la protección del producto por DO ha logrado
que el consumidor tenga conciencia de lo que el producto representa y que los
acuerdos comerciales como el de la Unión Europea también establezcan diferentes mecanismos
de
protección (Valenzuela & Macías, 2009).
Una de las problemáticas de las DO es que se quedan en esencia solo en las pequeñas
industrias, que en mercados internacionales tienen pocas oportunidades de prosperar,
lo que ha hecho que los competidores europeos, al acoplarse al modelo que implica
una DO, obliguen a las tequileras a mejorar continuamente, lo cual, a su vez, sigue
abriendo oportunidades (Bajo, 1991).
Continuando con el tema de bebidas alcohólicas, un estudio de mercado para el pisco
publicado por la Universidad Cesar Vallejo, evaluó las exportaciones entre 2008 y 2017
concluyendo que por cada mil litros exportados de pisco, la producción nacional se
incrementa en 1.455 litros. En consecuencia, también aseguran que los principales
destinos de la exportación de pisco es Estados Unidos y Chile (López, 2018).
Así mismo, el artículo Contesting pisco: Chile, Peru, and the politics of trade examina
la geografía del Pisco dado que es un producto que los países antes mencionados
lo consideran un producto nacional y que es usado como medio de desarrollo
agrícola para los dos países. La problemática surge por lo que el producto
representa a nivel histórico y cultural. Por ello, el uso de la DO y la aplicación de
política comerciales internacionales es clave. Finalmente se entiende como un
problema tecnocrático que no ha sido solucionado aun; en la Ronda de Doha no
se ha propuesto la manera en que deben resolverse estas disputas, por lo que la
solución más factible ha sido determinar un pisco chileno y un pisco peruano,
sin dar privilegio sobre el uso de la palabra Pisco para ninguna nación. Esto deja
en claro que aunque es una solución para evitar confundir a sus clientes, sigue
siendo insuficiente para su defensa ancestral de lo que representa el producto. Sin
embargo, la DO está dada para Perú y no es negociable para ser compartida con
Chile (Mitchel y Terry, 2011).
Abordando ahora el país cafetero, un estudio revelo que los mercados internacionales están
recalcando cada vez más en la demanda de café de calidad diferenciada. En consecuencia, la
Federación Nacional de Cafeteros (FNC) ha identificado cafés regionales. el objetivo
principal
fue identificar las relaciones causales
regionales para la calidad del café, características ambientales y desarrollo de
etiquetas para la DO. El estudio recalcó la importancia de la colaboración institucional
interdisciplinaria sistemática para los proyectos de DO a gran escala para el
dialogo y la toma de decisiones (Oberthür et al. 2011).
Cabe resaltar que, para los productos de tequila en México y café de Colombia,
la legislación aduanera de cada país es categórica y enfática en la protección de
dichos productos, desde los procedimientos aduaneros vigentes para las operaciones de
comercio
exterior (SAT-DIAN). Para el caso del pisco en Perú y la chicha
en Chile, están bajo el marco regulatorio de propiedad intelectual.
Teoría de Heckscher Ohlin y modelo de Dunning
Desde la teoría de la dotación de los factores de Heckscher-Ohlin, se planteó la
adecuada y correcta manera de asignación de los factores de producción. Bajona y
Kehoe (2010) explican cómo funcionan los flujos del comercio internacional:
“Los factores con los que cuenta una nación ya sean naturales, como tierra, trabajo o capital, otorgan ventaja en cuestión con otras naciones, ya que una nación que tiene tierra para trabajar tiene ventaja comparativa, de aquí que: los países con recurso abundante apoyan el libre comercio favoreciendo al exportar su excedente a los países consumidores” (p. 487-490).
En este sentido, la teoría menciona la propiedad, localización e internacionalización de lo
que
se
conoce como el modelo OLI o el paradigma ecléctico (Dunning,
2015). En este sentido, se asocia la propiedad a elementos como la marca, que
es precisamente la DO, y el reconocimiento que otorga, ya que esta marca es el
resultado de combinar conocimiento ancestral con calidad. Esto representa una
ventaja para el país de origen del producto, pues le proporciona reconocimiento
internacional ante los consumidores, que cada vez tienen una postura más crítica
al momento de seleccionar los productos. La localización está asociada a la indicación
geográfica,
los desarrollos culturales, la mano de obra de los habitantes,
como saber único y ancestral, además de ser un factor de atracción de inversión
extranjera directa (IED), dado que es un factor no transferible. Por último, se
encuentra la internacionalización, que se puede realizar al exportar, para aprovechar las
ventajas
anteriores, como resultado del proceso de distinción que se
dan a los bienes con dicha certificación, amparada legalmente.
A través del tiempo, el modelo se ha adaptado a los cambios del mercado, donde,
como menciona Aguilar (2003), no solo se buscan clústeres y aglomeraciones de
empresas, sino que se pretende que, a través de la IED, se genere conocimiento
por medio de productos con valor agregado y que, entre las ventajas de propiedad
y localización, se dé una complementación. Es allí donde se hace hincapié en los
productos con DO. Como se mencionó, la marca está estrechamente relacionada
con la ubicación geográfica del producto objeto de comercialización, donde lo que
busca es la competitividad internacional por su valor agregado intrínseco.
Metodología y datos
El trabajo se abordó desde un enfoque cuantitativo, ya que usa la recolección de
datos con base a mediciones numéricas para establecer comportamientos. Con
un alcance descriptivo, puesto que caracteriza rasgos importantes de la unidad
de análisis y correlacional concerniente a la cuantificación de las variables, que en
este caso son las cifras de exportaciones de cada uno de los países de AP. Se realiza
a través de un diseño no experimental, de tipo longitudinal por un periodo de 10
años de estudio 2008 al 2018 (Hernandez Sampieri & Mendoza Torres, 2018).
En primer lugar, se seleccionaron productos distintivos con DO, posteriormente
se hizo un filtro de datos, donde el criterio de selección estuvo asociado directamente a la
subpartida arancelaria. El objetivo del criterio buscó que la nomenclatura arancelaria del
país
origen agrupara exclusivamente los productos con la
respectiva DO, para no mezclar exportaciones de un mismo producto sin DO. Para
el caso de Chile, le han sido otorgados 21 sellos, entre IG, DO y marcas de certificación y
colectivas al 2017; Colombia cuenta con 29 productos con DO al 2019;
México registra 16 DO al 2017; y Perú 10, al 2017. En la tabla 3 se relacionan los más
representativos.
Respecto a variables nominales se hacen en concordancia con las subpartidas
arancelarias. Se obtuvo que, en el caso de Chile, solo cumplía con el criterio la
chicha de Curacaví. La subpartida 2206.00.00.00 en connotación internacional
tiene gran relevancia el vino chileno, pero no todos los vinos exportados por Chile
tienen la DO, criterio que solo cumplía la chicha.
En el caso de Colombia, aunque varios productos cumplían con el criterio, como
las rosas, claveles y crisantemos, el café es más conocido e identificado con la
subpartida arancelaria: 0901.11.90.00 excluyendo de los mismo el café para la
siembra y sucedáneos del café.
Para México cumplían con el criterio propuesto el tequila y el mezcal. Por su
tradición y reconocimiento se seleccionó el tequila, perteneciente a la nomenclatura
arancelaria
con el código 2208.90.03.
Con respecto a Perú, cumplía con el criterio solamente el pisco, la subpartida
2208.20.21.00, ya que los demás productos con DO, como el café de Villa Rica, el
país registra exportaciones de café pro no desglosa en nomenclatura arancelaria
por dicho distintivo, al igual que el maíz y la cerámica.
La temporalidad del trabajo es 2008 al 2019 y los datos se obtienen de las fuentes
oficiales propias de cada país.
Con respecto a Chile, se consultó la página oficial de la Aduana de Chile, en el
módulo de estadísticas. Aquí se realizó un filtro por producto, la chicha Curacaví,
para determinar el valor FOB de las exportaciones y los países destino de estas
exportaciones.
Para Colombia se emplearon dos fuentes de datos, ambas con información proporcionada por la
Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) y Agronet
correspondiente al módulo de estadísticas del Ministerio de Agricultura con especificaciones
de
mercados destino y valor en FOB del café.
Para México, la fuente de datos es del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
de México (INEGI), la cual proporciona toda la información necesaria en la investigación
sobre
el
tequila, dando los datos en valores FOB, permitiendo el filtro por
los años y otros datos distintivos de las exportaciones.
En el caso del pisco, la fuente es PromPerú. A través del Siicex, se permite la
búsqueda por partida arancelaria, años, valores FOB y muestra el listado de los
países destino de las exportaciones, permitiendo la creación de la base con la
información apropiada.
2. Resultados
El análisis de las exportaciones de los productos con DO en AP se hace por valor
FOB registrado de exportación y países de destino. El orden dado a continuación
es alfabético, por el nombre del país de origen (no se relaciona con los volúmenes
de exportación u otro criterio).
La tabla 4 muestra que el producto con mayores exportaciones es el café de
Colombia, que casi alcanza los $24 mil millones de dólares, seguido está el tequila
con un poco más de $19 mil millones de dólares, seguido por el pisco peruano con
exportaciones por más de $61 millones de dólares y la Chicha de Curacaví por un
valor cercano a los $10 millones de dólares.
A continuación, se analiza cada uno de los casos en mención, a través de la explicación del
producto, la obtención de la DO y los mercados destinos de las exportaciones (ver anexo).
La chicha de Curacaví en Chile
La chicha es una bebida típica que resulta de la fermentación del jugo de uvas
frescas. La chicha hace parte de la vinicultura popular de este país, al igual que el
vino y el mosto. La chicha de Curacaví se caracteriza por la cocción en fondos de
cobre en base a uva Vitis Vinífera, la cual es originaria de la provincia de Melipilla,
ubicada en los cerros la zona central del país (Lacoste, et al. 2015). A la chicha se le
otorgó
la distinción bajo la ley 19.039 de 1991 por el Ministerio de Economía y el
Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI).
En la tabla 4 se observa que, en los años de estudio, el valor FOB total de sus
exportaciones
son de $10.372.733 dólares, y se evidencia que no son tan preponderantes
como la de los otros productos con DO seleccionados. Los años de mayores ventas
en los mercados internacionales se registran para el 2010 y 2012. El comportamiento del
mercado
de la Chicha de Curacaví presenta una tendencia decreciente,
notándose este en el valor FOB exportado durante el 2014 y 2015 que no supera
los $25.000 dólares anuales.
La figura 2 permite reconocer a Estados Unidos como el mayor comprador de
Chicha Curacaví al año 2012, por un valor de $1,6 millones de dólares. Alemania
aparece como el segundo país, que al 2010 registró importaciones de este producto
por un valor cercano a $1.5 millones de dólares. Ahora bien, aunque recientemente
Japón y España representan una posibilidad de crecimiento, se evidencia una
pérdida de participación en las exportaciones de la chicha de Curacaví (Dirección
Nacional de Aduanas de Chile, 2020).
La DO no sólo permite reconocer el valor que estos productos tienen para el país,
sino que también, y desde la perspectiva de quienes desempeñan estos oficios, les
permite evitar la competencia desleal, los estudios científicos del país reconocen
aspectos importantes con respecto a este producto como derivado de la fruta
y otros similares: (i) falta investigación en estos aspectos y (ii) son productos de
exportación en la región, América del Sur, más que otros destinos (Castro San
Carlos, 2016).
Café de Colombia
La DO para el café de Colombia fue otorgada en el 2005, café 100% arábico, que es
cultivado en las regiones del Huila, Nariño, Santander y Valle de Cauca, amparado
en la Resolución 4819 del Ministerio de Comercio Exterior de dicho año. Colombia
ha adquirido reconocimiento como país cafetero por producir el café más suave
del mundo, así mismo este producto pertenece a las exportaciones tradicionales,
y posee compradores en muchos países.
La tabla 4 refleja un comportamiento de las exportaciones, donde su promedio de
exportación son casi los $2.000 millones de dólares anuales.
El principal destino del total de exportaciones de café de Colombia es Estados
Unidos, seguido de otros países como Chile, Ecuador, China, Argentina, España,
Malasia, Perú, México y Finlandia. Para el caso de China, se incrementa paulatinamente sus
importaciones de café, comprando $167 mil dólares en el 2017 y
$858 mil dólares en el 2018. El mismo comportamiento presenta Argentina, quien
aumento significativamente las importaciones en el 2018. Malasia, por su parte,
consolida en el 2019 exportaciones por encima de los US$ 1.627.500 dólares.
Obsérvese la figura 3.
Los productores mundiales de café son Brasil, Vietnam, Colombia, Indonesia,
Etiopía, Honduras y la India, mientras que los mayores exportadores en el mundo
son Brasil, Vietnam y Alemania. En la cuarta posición se encuentra Colombia,
seguido muy de cerca de Suiza (Central Intelligence Agency, 2017). Lo anterior
demuestra que Colombia ha perdido participación en el mercado mundial a través
del tiempo, aunque en el 2018 y el 2019 ha registrado récord en la producción de
bultos, la competencia internacional no ha dado espera, aun con la distinción de
la DO en su producto. Como lo afirman Cano-Sánz et al. (2012),
“La pérdida de importancia económica de la caficultura en Colombia, tanto en el contexto nacional como en el internacional, se explica, principalmente, por la caída dramática de su productividad; el consiguiente empobrecimiento de los caficultores, así como por el envejecimiento de estos y de los cafetos; la lentitud de los procesos de adopción de nuevas tecnologías y variedades resistentes a las plagas, en especial la roya; y la baja fertilización, entre otros factores” (p. 1).
Para el caso del café de Colombia, su DO abarca todas las connotaciones de
protección de marca, y aunque es su producto insignia de exportación, requiere
de mayores inversiones en tecnología y desarrollo para generar mayor volumen
de exportación.
Tequila de México
El tequila es una bebida alcohólica regional, obtenida del destilado de agave azul.
Su IG está asociada a los lugares donde se encuentra el Agave Azul Tequilana Weber,
específicamente el estado de Jalisco, y algunos municipios de Nayarit, Guanajuato,
Michoacán y Tamaulipas. La Norma Oficial Mexicana que otorga la DO al tequila
es la Declaración General de Protección a la Denominación de Origen “Tequila”,
DOF, 13 de octubre de 1977. El reconocimiento internacional es innegable:
“El tequila era bien conocido en México y en el extranjero. La Segunda Guerra Mundial abrió una nueva oportunidad, pues se echó mano del tequila para sustituir la demanda insatisfecha de whisky. En 1940 se exportaron 21,621 litros de tequila; cuatro años después fueron 4,374,468. Al finalizar la Guerra la exportación cayó a 8,794 litros” (Rodríguez Gómez, 2007).
En la tabla 4 se muestra que la exportación de tequila registra un crecimiento
constante a través del tiempo, el mayor valor FOB exportado es de un poco más
de $3 mil millones de dólares, al año 2018.
Así mismo, en la figura 4 se observan exportaciones hacia Estados Unidos
por valores FOB de $912.534.411 en el año 2014, que han incrementado hasta
$1.288.880.668 al 2018, siendo una tendencia creciente en los últimos cuatro años
del periodo estudiado. En cuanto al continente europeo, España realizó su mayor
importación en el año 2013, por un valor FOB de casi $ 28 millones de dólares.
Por su parte, el mercado alemán registro importaciones crecientes desde el 2015
hasta el 2018. Japón realiza importaciones constantes en el periodo estudiado y
Colombia realiza compras de Tequila con cifras cercanas a los $ 12 millones de
dólares (Centro de Comercio Internacional, 2020).
Una de las ventajas encontradas con respecto al caso del tequila es que México es el
mayor exportador del mundo, con el 25% de las exportaciones mundiales, seguido
de Holanda, con el 7,3%. Italia registra el 7% y Francia registra el 6,8% al igual que
Suecia. Es de resaltar que los países europeos no cuentan con DO (Tridge).
Los problemas que se evidencian en la exportación de tequila son de dos tipos.
Los que suceden en el lugar de origen y los que suceden en el lugar de destino.
En cuanto al lugar de origen, se identifica que los problemas se asocian a capital
humano, financiamiento e innovación (Montejano Zarate, 2019) y cuando está en
el mercado destino se asocian al desconocimiento de las etiquetas de calidad, la
percepción que el consumidor tiene sobre la marca y su influencia al momento de
realizar la decisión de compra, mucho más en mercado internacionales (Godínez
Marrón, 2014). Evidentemente la DO protege, pero el reconocimiento mundial de
este producto hace que haya muchos falsificadores, afectando las exportaciones
reales (Rodríguez Gómez, 2007).
Pisco de Perú
El pisco es una bebida alcohólica, un aguardiente resultado del destilado de uvas.
El pisco ha sido objeto de disputas controversiales entre Perú y Chile. La DO le fue
otorgada al país inca por medio de la Resolución Directoral N°: 072087 DIPI/1990
y el Decreto Supremo N°: 001-91 ICTI/IND en enero de 1991. La IG está demarcada
a la costa de la región de Lima, Arequipa, Ica, Moquegua como también a los Valles
de Caplina, Locumba, y Sama de la región Tacna.
La tabla 4 indica que el Pisco es el tercer producto con DO de mayor exportación,
el valor FOB de sus exportaciones ascienden los $61 millones de dólares. Los años
de mayor auge del pisco en el mercado internacional fueron el 2015 y el 2016,
donde superó su histórico exportado. En los dos últimos años ha presentado una
leve desaceleración.
Los países que más importan el pisco peruano son Estados Unidos y España;
Estados Unidos realiza importaciones de hasta $3.016.601,60 dólares en su valor
FOB y España, en lo que respecta al año 2018, hizo importaciones de $695.107,88
dólares. Países como Chile también han alcanzado grandes cifras; para el año 2016
alcanzo un total de $2.780.259,78. Por su parte, el Reino Unido y Alemania han
sido compradores contantes y frecuentes en el mercado del Pisco (Comisión de
Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo, 2020).
En cuanto a la DO asociada a la exportación de Pisco, en Perú se observa un crecimiento de
la
industria, que se ha posicionado en el mercado europeo e incrementa
el gusto de los comprados en el mercado extranjero.
3. Conclusiones
A la luz de los de los valores FOB exportados, los casos más exitosos son el
café de Colombia y el tequila de México en el periodo de estudio. Con respecto
a las exportaciones de pisco y chicha, estas no reflejan un volumen comercial
significativo, ya que en comparación es cien veces menor.
Claramente, y como consideración final, se expone que las colectividades que
representan el café de Colombia y el tequila en México son agremiaciones robustas
con más de 50 años de trabajo, con clara articulación a la política comercial y a los
intereses nacionales. El apoyo en tecnología y producción a mayor escala hacen
notoria diferenciación con el volumen de exportación del Pisco y la Chicha.
Los resultados arrojan que la teoría de un enfoque internacional desde única y
exclusivamente los factores de producción es insuficiente, ya que los productos
con DO requieren de una articulación tecnológica, producción en masa,
economías de escala, canales de distribución, clusters, fortalecimiento local y
mejoramiento en la distribución física internacional para poder ser competitivos
en mercados internacionales, puesto que exclusivamente la protección de la
marca no es garante de la internacionalización y éxito de los bienes en mercados
internacionales.
Para Alianza del Pacífico los productos con DO están concentrados en agroalimentos
y algunos productos de manufactura textil artesanal. Cabe señalar que, si los
procesos de producción no se apalancan en economías de escala e inversión
tecnológica, difícilmente esos productos podrían ser dinamizadores de la oferta
exportable. En esa dirección, el caso del tequila mexicano luce paradigmático;
es un producto de tradición, atado al agave, que ha venido fortaleciendo su
proceso de tecnificación, lo que permite economías de escala que favorecen la
comercialización para diferentes consumidores haciéndolo un producto diverso y
versátil (blanco, añejo, reposado, para coctelería), que a su vez se una a la tradición
gastronómica y turística de ese país generando eslabonamientos productivos.
Ese ejemplo pudiera ser seguido por el pisco peruano que aún no alcanza
los niveles de venta del tequila, a pesar de su tecnificación, su estrategia de
comercialización y el vínculo con su gastronomía. El café colombiano, por su parte,
compone sus ventas, en su mayoría de grano sin procesar o con poca elaboración.
Para el caso de la chicha chilena es difícil avizorar un proceso de producción y de
comercialización, en tanto la riqueza de lo artesanal y la localización particular
del proceso implicarían cambios estructurales para su producción. Sin embargo,
el camino mostrado por otros bienes similares puede ser un camino a seguir.
En los países de la Alianza, al 2018 las exportaciones de Chicha de Curacaví en
Chile no llegaron al 1% del total de sus exportaciones, mientras que el café aporta
aproximadamente el 6% del total de las exportaciones colombianas, el tequila
junto con otras bebidas alcohólicas, como el mezcal y las cervezas alcanza el 1,57%
mientras que el pisco logra el 2%. Lo que permite concluir que los productos con
DO rara vez alcanzan en su país niveles de significancia en el contraste con el total
del registro de las exportaciones, se asocia que para poder mantener los procesos
en la connotación ancestral y cultura se sacrifican aspectos como economías de
escala poniendo en riesgo la competitividad.
En la comparación de los valores FOB más significativos se concentran en el café
y el tequila, tienen comportamientos similares y adicionalmente sus principales
importadores son los mismos, y con contundencia Estados Unidos. El país
norteamericano es un comprador en común de los países, representa grandes
ingresos en el mercado del café, el tequila, el pisco y la chicha Curacaví. También
es notorio que han incursionado en el mercado europeo.
Desde la teoría de Hecksher y Ohlin, los factores con los que cuenta una nación
como tierra, trabajo o capital, otorgan ventaja en cuestión con otras naciones,
y el estudio de caso refleja claramente que estos factores son los que dan la
oportunidad de calidad excepcional en una indicación geográfica, pero no es
suficiente cuando de exportaciones se trata.
Se recomienda para futuras investigaciones ahondar en temas problémicos para
los productos con denominación origen como procesos de internacionalización,
mercadeo y aceptación de los mismos en los mercados internacionales, como
también la afectación de las normas administrativas en política comercial como
barrera directa a las exportaciones.
Anexo 1. Países destino exportaciones con Denominación origen en los países de
Alianza del Pacífico.
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